Otra de las grandes comunicadoras del país que tuvo que volver de una manera u otra al día siguiente de los atentados es Julia Otero.
La presentadora de las tardes de Onda Cero no regresó de sus vacaciones para trasladarse hasta La Rambla misma, como sí hicieron Herrera, Ferreras, Susanna Griso o Ana Rosa Quintana, pero la catalana entró vía telefónica en su programa (en la edición de verano) y se mostró de lo más afectada por lo sucedido, hasta tal punto que se desmoronó y rompió a llorar. Fue este 18 de agosto de 2017. A la caza del conductor asesino de La Rambla, el único fugado de los atentados en Barcelona:
La periodista se vino abajo cuando comenzó a recordar cómo será su regreso a La Rambla, el lugar en el que se encuentra su redacción de Onda Cero en Barcelona, y habló de ese miedo a las sensaciones que le puede producir:
Me da miedo volver a esa avenida, porque hay tantas personas que conozco que pasean en esa avenida. Cuando se dice que pudo ser cualquiera de nosotros, es verdad, pudimos ser cualquiera. Eso es lo que nos tiene que dar la unidad y la fuerza. Es miedo a las sensaciones, no miedo a los terroristas. Tenemos que combatirlos ferozmente y vivir como si no existieran.
Además, la presentadora ahogó una queja ya inútil en su charla. La furgoneta de la muerte recorrió medio kilómetro atropellando gente haciendo eses:
¿Por qué los bolardos no estaban ya colocados en Las Ramblas?
Es el grito inútil que hoy podemos lanzar, porque era demasiado emblemático, una tentación demasiado grande, para que un loco terrorista acabara con la vida de muchas personas.