Carlos Herrera ha definido la situación política actual como de «carbonización y cabronización»–Esto es Podemos: Echenique y Dante-Fachin muestran su mezquina condición por hacerse los iluminados con los dramáticos incendios de Galicia–.
El locutor de ‘Herrera en COPE’, que este 18 de octubre de 2017 se ha trasladado a la central nuclear de Ascó (Tarragona) para hacer su programa, se ha referido en su editorial a las concentraciones de personas en Barcelona en apoyo a ‘los jordis’, encarcelados recientemente–Pablo Iglesias y los nacionalistas convierten a Albert Rivera en su enemigo número uno–:
Ayer, miles de personas se manifestaban en Barcelona, con velas, y han dejado la Diagonal que parece la calle Sierpes después de un Viernes Santo. Era intransitable con tantos cirios. Sigue cortada, parece que la están limpiando.
Y recordó a podemitas y separatistas que en ningún caso se puede hablar en España de ‘presos políticos’ a pesar de la permanente distorsión del lenguaje que hacen desde sus filas–Pablo Casado silencia los ladridos de la jauría podemita y un mayúsculo ‘zasca’ de Tertsch hunde a su amo Iglesias–:
La cabronización y carbonización de la política en Cataluña, ayer llevó a miles de personas a protestar por la encarcelación de los famosos ‘jordis’. Se habla de presos políticos, con esa frivolidad con la que se vanaliza en el lenguaje.
El demoledor vídeo de ‘Barcelona con la selección’ que saca los colores a Ada Colau
Es imposible hablar de presos políticos en España. Este es el lenguaje que utiliza el independentismo catalán y Podemos, que cada día están más identificados.
Estos señores están en la cárcel porque un juez ha decidido que actuaron en contra de lo que el código penal señala como delito. Y están de forma preventiva en prisión. Podrían no estarlo.
Pero el juez ha considerado eso. Pero hoy el comentario en todas las tribunas es el pésimo negocio que está haciendo Cataluña con esta aventura.
El mensaje va dirigido a, entre otros, Pablo Iglesias y Ada Colau. Pablo Iglesias llamó «presos políticos» a Sánchez y Cuixart. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha criticado este martes 17 de octubre de 2017 la decisión de enviar a prisión a los presidentes de la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, a quienes ha calificado como «presos políticos» en un país en el que «delincuentes y corruptos gozan de impunidad».
LAS CONSENCUENCIAS ECONÓMICAS
La estrella de COPE también se ha referido a las posibles consecuencias económicas que traerá todo este despropósito–Los impostores de la tele no están en el programa de Susanna Griso sino que tienen escaño con Podemos –:
Cuando se restituyan legalidades, cuando se normalice la situación, cosa que cuesta ver pero que llagará, las cicatrices dejadas en el campo de batalla van a ser muy duras, especialmente en el económico.
Hasta la SEAT ha retrasado la presentación de un coche por la inestabilidad económica. Dicen los expertos que van a hacer falta cinco años para normalizar la situación.
Cojo la portada del ABC. ‘Salida de empresas de Cataluña, caída en venta de coches en Barcelona entre el 30 y el 40 por ciento. Descenso de la actividad turística. Previsión de menores ingresos en turismo, unos 1.200 millones de euros menos’.
Todos los que se llenaban la boca de España nos roba, lo único que van a dejar es una Cataluña arruinada.
LA FUGA DE EMPRESAS: TONTO EL ÚLTIMO
Y ha hablado del caso concreto de ‘La Bruixa d´Or–Otra que se va: para comprar lotería de ‘La Bruja de Oro’ tendrás que irte a… ¡Navarra!–:
Factura 100 millones de euros. Vende mucho volumen, por tanto da más premios. Promociona bien su trabajo–‘La bruja de oro’ habla bien clarito: «Me sobran cojones para decir alto y claro que amo Cataluña y me siento español»–.
Está en un pueblo que se llama ‘Suerte’. Y empiezan a decir bulos sobre él que es independentista. Y no, es muy español. Pues recibe amenazas todos los días. Y no pone en peligro su trabajo, se va.
SegurCaixa ha rescindido todos los contratos de seguridad civil con la Generalidad. Dicen que han cambiado las condiciones. Y así hasta la náusea.