La Diada catalana de este 11 de septiembre de 2017 dejó de nuevo una demostración de músculo del soberanismo en la calle, y también de nuevo una clase magistral de la ineptitud de los líderes furibundos independentistas, que van a llevar a la ruina a sus compatriotas. El colmo de la Diada independentista es cuando aparece Otegi: «¡un terrorista poniendo florecitas!»
Entre ellos, ya acogidos para la causa, Arnaldo Otegi y Pablo Iglesias, ídolos en el día de los catalanes por el sí. Federico Jiménez Losantos ya a 12 de septiembre en EsRadio les señalaba con el dedo acusador:
Lo que cambió ayer es que los héroes fueron dos, el etarra Otegi y el comunista Pablenin.
Es lógico que un tío que es comunista lo que quiere es destruir España para ver si sobre los escombros toma el poder y luego ya por la fuerza reconquista o no. Ayer hizo lo mismo que Otegi, porque el plan de Otegi y de la ETA es el mismo que el de ‘Cocomocho’, el Conde de Godó y el de la Rahola: la destrucción de España.
Ayer Cataluña se enfrentó contra Cataluña, mientras aplaudían a Otegi, el pistolero etarra, insultaban a Albert Rivera, esa es la Cataluña del futuro, y esa es la Cataluña de Pablo Iglesias, de laSexta, de Cuatro, de Roures y de Juan Luis Cebrián. Porque a esa Cataluña antitolerante y antiespañola la ha creado la izquierda española.
Los ídolos ayer fueron el etarra Otegi y el comunista Pablenin. Tenemos veinte días en España para darnos cuenta de que se les puede derrotar. Pero España, la nación, si actúa, los barre. Pero hace falta actuar veinte años, no veinte días. Ayer fue la Diada de la ETA y del no a España.
Y lo que queda.