Sigue empeñado en hacer comulgar al personal con ruedas de molino y en absolver a los separatistas catalanes –Losantos saca todos sus demonios contra la «miserable y cobarde» Conferencia Episcopal con el 1-O-.
Ricardo Blázquez, el presidente de la Conferencia Episcopal, ha vuelto a hacer un ejercicio de contorsionismo para no ponerse enfrente de los ‘catabatasunos’, sino pasarles la mano por el lomo y acariciarlos.
De milagro, el presidente de la Conferencia Episcopal no apareció como actor estelar en la rueda de prensa de Podemos en la que se pidió mediación y diálogo entre las partes, una petició aviesa porque se pone en el mismo plano a quien incumple la ley con quien la sigue a rajatabla –Juan Manuel de Prada crucifica al tibio Blázquez, el sepulturero de la fe, por mamonear con los ‘catabatasunos’-.
Lo cierto es que Blázquez, en declaraciones a la COPE, aseguró que, a pesar del enfrentamiento que se ha abierto entre el Estado español y Cataluña, considera que es posible llegar a un acuerdo:
La concordia entre ambos es posible.
El presidente de la Conferencia Episcopal, poniéndole una vela a Dios y otra al diablo, dijo que:
Es el momento de asegurar el orden constitucional, pero también es el tiempo de la busca de consenso y diálogo. El respeto al orden constitucional y buscar, entre todos, la respuesta más adecuada, no son realidades que se excluyan.
Por supuesto, no busquen críticas del tibio Blázquez a los curas que en Cataluña no sólo pidieron votar en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, sino que también contribuyeron al mismo recontando votos dentro de las propias iglesias. ¡Para hacerse cruces! –Trescientos curas independentistas llaman a los catalanes a rebelarse contra el Estado español y a apoyar el referéndum ilegal del 1-O-.
El cura organiza el ilegal referéndum del 1-O durante la misa en su iglesia de Tarragona