INDEPENDENCIA, NI A PLAZOS NI NUNCA

Herrera se quita la chaqueta y coge por la solapa a Puigdemont por su bodrio de declaración

La aplicación del 155 se convierte en una solución imprescindible, a la espera de que Cataluña pueda celebrar unas elecciones con nuevos líderes y nuevos mensajes cuando se den las condiciones

Herrera se quita la chaqueta y coge por la solapa a Puigdemont por su bodrio de declaración
Carlos Herrera (CADENA COPE). PD

El futuro de Puigdemont depende del Gobierno de la nación

Los juegos de palabras para dar por declarada de modo implícito o diferido la independencia de Cataluña, y a renglón seguido suspender sus efectos de modo explícito y sine die, son un ejercicio de cinismo que en poco o nada hace variar el órdago separatista.

Puigdemont protagonizó este 10 de octubre de 2017 un espectáculo grotesco que concluyó con acusaciones de «traidor» en las calles de Barcelona, a las que la Generalitat había inoculado el virus separatista con tanto sectarismo que anoche no tuvieron más remedio que acoger con decepción la enésima trampa de su presidente.

Intentó arreglar su imagen improvisando una especie de documento, sin validez jurídica alguna, pasándolo a la firma en un pasillo en el que algunos diputados fundaban una república. Patético.

Puigdemont ya actúa a la desesperada con una sinrazón fuera de todo código comprensible. Carece de toda credibilidad tanto ante el Estado con el que pretende iniciar tarde y mal una falsa negociación, como ante los catalanes separatistas.

Todo responde a un engaño masivo que concluirá con Puigdemont sumido en la irrelevancia política y adornando con sus mentiras las peores letras de la historia de Cataluña.

El intento de Puigdemont de desviar la responsabilidad última de lo que ocurra a Rajoy es indecente. Lo que planteó ayer ante el Parlament sigue siendo un inaceptable chantaje al Estado y al principio de legalidad.

Y el Estado tiene la obligación de no aceptar chantajes, no aceptar mediaciones que tiendan a conculcar el verdadero espíritu de nuestra democracia, y no aceptar ni hoy ni nunca una declaración unilateral de independencia impuesta por la fuerza de un golpe institucional.

Puigdemont no ha reculado. Solo pretende prolongar su propia agonía de un modo espurio e indigno, tratando de recabar una legitimidad internacional que no existe salvo en sus delirios.

Con ese telón de fondo y a la espera de las conclusiones del Consejo de Ministros extraordinario convocado por Mariano Rajoy, arrancó este 11 de octubre de 2017 Carlos Herrera su cotidiana filípica en la Cadena COPE:

«Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

  • Hoy también es el día después. Todos los días tienen algo. Hoy es el día después del gatillazo, de la puntita nada más, del mus que se echó Puigdemont. La imaginación popular encuentra una gracia, una forma de fotografiar esa intención, de vivir siempre en el proceso independentista.
  • Ya sabe lo que pasó. Ayer la independencia de Cataluña duró 20 segundos. Pero hubo proclamación de independencia. O qué pasa, que ni sí, ni no, ni todo lo contrario. A ver cómo arreglo esto. Es más o menos la expresión de ese sainete que se vivió en ese Parlament.
  • Lo que se vivió mediante un discurso que quiso descolocar a los que esperaban contundencia declarativa en esa aparente inclinación al diálogo que ayer mostró. Lo que hizo ayer era una de las posibilidades. Que se pudiera hablar en esloveno. La puntita nada más.
  • Es una forma de devolver la pelota al tejado del Gobierno. Se podía quedar con la legalidad o con la gente que le estaba escuchando fuera, con sus hooligans. Pues ha quedado mal con los dos.
  • Ha declarado la independencia, la ha proclamado, que es lo mismo , pero también ha quedado mal con los yonkis que estaban con la estrellada al hombro. Por cierto, había más gente siguiendo a la Virgen de la Salud de San Gonzalo en Sevilla este domingo.
  • Ya está de sensación de estafa. Hoy cuando se levante la gente está hecha un lio. Esto es una patada a seguir que, ¿tiene o no tiene relevancia penal? Pues miren, ayer lo que hizo es dejar un discurso absolutamente plagado de mentiras, de sofismas, de falsificaciones. Reivindicar los resultados de un referéndum del 1-O es una golfada, pero lo hizo diciendo además que tiene mediadores.
  • Él destinaba este discurso a la Moncloa, para que haga la vista gorda a los catalanes que entienda que por el camino que iban, iban a la ruina. Se van a quedar solo con las carnicerías. Las pescaderías también se van a ir.
  • El Estado pues lógicamente dirá que no. El enredo va a seguir. El tipo no desmonta el golpe, y seguirá en al calle con desórdenes. Es vivir eternamente en ese bucle permanente del procés. Esta gente más que la independencia viven más cómodos en el independentismo. Se dedican a vivir de ello.
  • Propuso una tregua, que no era más que una trampa. No puede engañar a nadie. Se proclamó la independencia de Cataluña. Por mucho que hable de mediaciones predeterminadas. Es irreversible, para eso quieren la mediación. Esta no es una oferta de diálogo en condiciones.
  • La estrategia que sigue Puigdemont es porque faltan relaños para salir al balcón, el Rey dio un discurso claro, no es que se fuguen las empresas, es que no va a quedar ninguna, Ayer se fue Planeta, el primer grupo editorial de lengua española, y luego la manifestación del domingo.
  • Todo eso hace que pegues el gatillazo en el que además, Puigdemont deja de obedecer hasta las leyes ilegítimas que él mismo se había dado en un autogolpe. Después hay muchos bobos que están dispuestos a un autoengaño. No hay diferencia entre la proclamación y la declaración. Con la declaración no se negocia ni el Estado debe aceptar chantajes».
  • La CUP da ese plazo para la DUI. Hay una separación que va a hacer más inestable la mayoría, que puede llevar a elecciones. Por mucho que Puigdemont quiera convencer a la prensa extranjera, él depende del Estado de la nación que no admite legalidades paralelas, no admite rebeldías, confusión, tenían mucho miedo ayer. Les entró un miedo súbito comprensible. Cuando piensan que no pueden perder sus ahorros. Estabilidad, vida cotidiana normal con empresas que se van.
  • Y mientras tanto, pues siempre habrá bobos que lo compren. Incluso hasta esa obcecación de Puigdemont en decir que es vinculante y le lleva a proclamar una república. Es una golfada. Pero no tragamos y el Estado no puede tragar.
  • Veremos qué sale del consejo de ministros. Como les digo, nos vamos a entretener».

Meme Puigdemont II

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