La web El Salto recopila diez titulares «con los que los medios culparon a Diana Quer de la desaparición de Diana Quer». No se puede decir mejor. Su ropa, sus relaciones y sus publicaciones en redes sociales sirvieron de excusa a un buen número de medios para culpar a la joven de su propia desaparición. «Con ello demostraban de nuevo que lo que a todas luces parecía un acto de terrorismo machista más, requería que centráramos nuestra atención en la culpa de la víctima».
«No fue discreta», dice Antena 3 en ‘Diana en la red’. «Su autoestima es baja», aseguró Telecinco. «Se ha esfumado» del instituto, relató El Mundo. Los medios de comunicación cuestionaron la ropa, el estilo de vida y las costumbres de Diana Quer ante la pasividad de la opinión pública, que daba por válidas estas explicaciones sin apenas cuestionarlas, resume El Salto.–Diez titulares con los que los medios culparon a Diana Quer de la desaparición de Diana Quer—
Ahora va a resultar que nadie ha metido la pata. Ya verán a las televisiones entrevistando a los familiares de ‘El Chicle’ en prime time como se hizo con la madre de ‘El Cuco’ (y cobrando). Si lo hacen es porque hay una turba (le llaman ‘audiencia’) ansionsa por verles a todos colgados del patíbulo.El final del ‘caso Diana Quer’ revela también un tremendo palo a los medios por las barbaridades publicadas
Santi González le da duro a Julia Otero: emitió su rebuznito en una indeseable comparación con el caso de ‘La Manada’: «A Diana Quer la estrangularon porque se resistió. Si se hubiese dejado habría desgraciados en el juicio y los medios que insinuarían consentimiento». Es eso de hablar sin tener ni idea de lo que ha ocurrido, lo cual debería ser la primera regla del periodista.
Ni Julia ni yo, ni la juez de Ribeira, sabemos si eso es cierto. Es la versión del asesino (presunto). Tampoco sabemos si la violación fue seguida del estrangulamiento o al revés. Es una buena ocasión para callarse hasta el resultado de la autopsia.
Carlos Herrera le ha entrado a saco a «algunos medios» que se comportaron como «carroñeros sin escrúpulos… como vecinderas… no era información sino morbo. No le digas a nadie que soy periodista». Nadie puede tirar la primera piedra, Carlos.