Los obispos han pedido perdón (un poco tarde) por la cómplice y cobarde actitud que ha mantenido parte de la Iglesia vasca respecto a lso asesinos de ETA. Lo hicieron en un comunicado de seis puntos en el que valoran positivamente la declaración de la banda terrorista, pero recordando que ETA ha dado el paso «después de sesenta años de historia de muerte y sufrimiento».
Le añadieron su toque siniestro diciendo que la verdadera reconciliación solo es posible «si existe un auténtico arrepentimiento y una sincera petición de perdón» por parte de la banda.
Los obispos entonan un ‘mea culpa’. Lo hacen reconociendo que la postura mantenida por parte del clero ante el terrorismo ha sido para algunos, entre ellos las víctimas de la banda, equidistante, cuando no comprensiva.
«Muchos de los hombres y mujeres que conforman la Iglesia han dado lo mejor de sí mismos en esta tarea, algunos de forma heroica. Pero somos conscientes de que también se han dado entre nosotros complicidades, ambigüedades, omisiones… por las que pedimos sinceramente perdón».
Carlos Herrera, nada menos que desde los micrófonos de la COPE, la cadena de la Conferencia Episcopal, les ha pegado un buen repaso en su editorial de este 23 de abril de 2018 en referencia al comunicado «insultante» de la ETA y el perdón pedido por los obispos:
«Es un comunicado insultante. Interesante también la petición de los obispos vascos y navarros por el daño causado. Por los curas como el protagonista de la novela Patria de Fernando Aramburu. Sobra alguna frase que parece inspirada por el siniestro y maléfico Setién pero bueno. Eso de reagrupar presos por los familiares, sobra. Que la Iglesia vasca reconozca la pertenencia, cuando no el abrigo, con el terrorismo que ha matado es un paso interesante»