A Carlos Herrera suele pasarle cuando entrevista a los políticos de las siglas contra las que tanto despotrica lo mismo que a Federico Jiménez Losantos: a la hora de la verdad, arruga. Y es lo que a nuestro admirado periodista estrella de la COPE le ha pasado con su amiga Margarita Robles, ministra de Defensa del Gobierno de Pedro Sánchez.
No nos engañan: o esa entrevista era un espacio publicitario pagado por la Moncloa o el café que dan en COPE no provoca ningún efecto. A Herrera se le notaba dormido, sin pegada. Debería haber seguido el consejo del clásico que recomienda no entrevistar a los amigos. Porque aunque no lo sepan, Robles es muy amiga y cae muy bien a todo esta tropa de la COPE. Todavía se recuerda ese «Ay, Margararita cómo la quiero’, de Sostres cuando Sánchez la fichó para el PSOE.
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Visto el baboso perfil con que COPE anunció la entrevista —«de vocación pionera y feminista»— no sorprende que la entrevista haya sido penosa, un masaje descarado, un conversación entre amigos en un momento en que la ministra debió estar contra las cuerdas dando explicaciones.
Explicaciones sobre la las últimas polémicas que ha afectado a su ministerio, como la presencia del Ejército en el Salón de la Enseñanza de Barcelona por una «cuestión técnica», los bandazos con las armas a Arabia Saudí o el escupitajo de los socios de Gobierno de Sánchez a sus ministros.
EJÉRCITO FUERA (Y DENTRO) DE LA FERIA DE BARCELONA
Según informó COPE, la dirección general de Reclutamiento y Enseñanza Militar había elaborado un calendario para 2019 en el que decidió llevar a cabo acciones de este tipo en otro lugar, y no poner un stand en este evento de Barcelona, como hace actualmente.
Un día después, Robles dio marcha atrás y confirmó la presencia del Ejército en este salón. «El Ejército español sí que va a estar en la feria de Barcelona como está en todos los lugares del mundo, defendiendo la paz, la seguridad y la libertad», dijo la responsable de Defensa.
Robles ha rechazado que se quiera humillar al Ejército o dejarlo fuera de Cataluña. «El Ejército va a estar en la Feria de Barcelona como está en misiones internacionales. Queremos acercar al máximo las Fuerzas Armadas a la ciudadanía. Entiendo la crítica, pero es totalmente injusta», ha dicho sin que el periodista le enmendera ni una coma.
«Decir que se quiere humillar al Ejército o dejarla fuera de Cataluña, no se corresponde con la realidad», ha añadido. La ministra ha dejado claro que «Cataluña es España» y que el Ejército va a estar presente en el salón porque defiende unos valores constitucionales. Rechaza, por tanto, cualquier guiño a Podemos o a los independentistas sobre este asunto.
«Ni he hablado con Colau ni he tenido trato. Desde el ministerio de Defensa no quiero hacer partidismo. Por eso, cuando veo a dirigentes políticos hablando de las Fuerzas Armadas no lo puedo aceptar», ha dicho ante el silencio cómplice del tendido.
Teniendo en cuenta la que está cayendo sobre este Gobierno, la pregunta del siempre complaciente Carmelo Encinas sobre la posibilidad de tener un Ejército europeo como defiende Macron sonó a cachondeo. El sindicalista José María Fidalgo se postró de rodillas: «Me ha parecido muy interesante lo que dijo, no tengo nada que preguntarle y le deseo mucha suerte». La única que se no se plegó al homenaje a Robles fue Pilar García de la Granja.
MARCHENA: «ABSOLUTA INDEPENDENCIA
«Yo no conozco los detalles del cese» dijo sobre la destitución del abogado del Estado que ejercía la acusación en la investigación del procés, Edmundo Bal, partidario de haber acusado por un delito de rebelión. La decisión formalizada por la abogada general del Estado, Consuelo Castro, ha sido pasada de puntillas por Robles.
Sobre la dimisión de Marchena, Robles ha reconocido que no fue «adecuado» que se filtrara su elección para presidente del CGPJ, pero defiende que era la persona ideal para recuperar «el prestigio del poder judicial».
Además, ha defendido el chalaneo de PP y PSOE que tienen la opción de que los vocales del órgano del gobierno judicial sean elegidos por los representantes de la soberanía popular porque es «plenamente constitucional». «Por eso, cuando se dice que hay pasteleo entre los partidos debo decir que lo que se está haciendo es cumplir con la ley. Y una vez los vocales son elegidos, la gente actúa con absoluta independencia».
Sobre si Sánchez defendió a Borrell frente a Rufián, Robles salió por peteneras: «Lo importante son las instituciones». Podrían haber puesto risas enlatadas…
