GABRIEL NAVARRO, CAMPEÓN DE EUROPA DE 5000 Y 10000, EXPLICA SU INESPERADA RETIRADA EN 'EL TRANSISTOR'

La emocionante historia que De la Morena extrae a todo un campeón de Europa y que se acaba convirtiendo en una lección de vida

"Me volví a mi pueblo a trabajar en una fundición de aluminio. Allí comprobé lo duro que puede ser un trabajo"

La emocionante historia que De la Morena extrae a todo un campeón de Europa y que se acaba convirtiendo en una lección de vida
José Ramón de la Morena; y Gabriel Navarro.

El trabajo siempre es duro y hay días mejores y peores, ya seas atleta de élite, periodista o estés en una fundición de aluminio

Fue, en palabras del presentador de ‘El Transistor’, José Ramón de la Morena, la «radiografía del corazón» de una persona, en concreto, la de un campeón de Europa, que «ahora busca su camino».

El programa deportivo de Onda Cero rescató la historia de Gabriel Navarro, que en el pasado ganó y ganó. Fue campeón de Europa Júnior y sub-23 de 5000 metros y 10000. Pero dejó el atletismo, se fue a su pueblo, trabajo en una fundición de aluminio y se dio cuenta de lo duro que es un trabajo.

Ahora trabaja como repartidor de chuches y se plantea volver al deporte de élite. Una conversación que fue una lección de vida a quien quiera y sepa extraer las valiosas conclusiones de esta charla.

Sus razones para explicar los motivos que le llevaron a abandonar las zapatillas cuando estaba en la cumbre los resumió así:

Es como todo. Es un cúmulo de cosas. Quién os escuche a vosotros por la radio desde casa también pensará que lo vuestro será la ostia, pero tenéis vuestros días».

No es lo mismo escucharos que estar ahí trabajando, pues esto es igual. No piensas en lo que estás haciendo. Solamente eres campeón. Eres campeón de Europa y ¿a quién no le gustaría sentirlo?

Solo por ver lo que se siente. Pero no todo el mundo está preparado para aguantarlo, yo sentía que no. Si el día de mañana vuelvo sé que soy joven y no estoy machacado, lo que pueda conseguir lo conseguiré si hay un año de por medio o no.

Y una vez tomada la decisión de apartarse del atletismo de élite, se volvió a su pueblo natal, Motilla del Palancar (Cuenca) para ponerse manos a la obra…en una fundición de aluminio. Allí se dio cuenta de que el trabajo diario es duro:

Tuve la suerte de los amigos que he hecho por el camino. Me llamó una persona a través de un amigo para preguntar por mí. Son dos hermanos con una empresa de fundición de aluminio.

Quisieron saber mi historia porque son apasionados del atletismo. Ayudaron a otro atleta con mucha proyección y ahora lo han hecho conmigo, me puse a trabajar y me dí cuenta de lo que era un trabajo duro. Trabajando con aluminio frío, con aluminio a 700 grados de temperatura.

Tenía un buen jornal y la empresa nos trataba muy bien. No echaba de menos el atletismo. Ahora sí lo echo de menos.

Pero en su cabeza seguían rondando los sueños de cualquier atleta, los de volver a sentirse realizado con este deporte y saborear las mieles del triunfo:

Mi cabeza ha dado vueltas muchos días. Esa idea de poder volver o no se va consolidando.

Algunas cosas de las que me hicieron llegar a ello podría ser saber que el trabajo es duro, ya sea atleta, periodista o en una fundición de aluminio. La gente no se despierta por la mañana dando saltos de alegría, hay días que estás con más ganas y otras veces menos ganas. Me tomaba el atletismo como un juego.

Fui un blandengue. Nunca me he cuidado todo el año ni entrenado más de seis meses seguidos. Si llegaba abril me cuidaba y en tres meses entrenaba como un animal y era campeón de Europa.

Abrazado a la senda del éxito durante su breve trayectoria deportiva, y acostumbrado a seguir la linde que marca la calle de una pista de atletismo, Navarro busca ahora la de su vida:

Estaba buscando mi camino, con el atletismo me he creado una senda que sé que puedo seguir.

Necesito plantearme un objetivo, solo uno. Ahora soy repartidor de chuches. He empezado en un nuevo trabajo.

Para mí es especial porque tengo que ganar dinero, el dinero no es que sea importante, es que es muy importante. Yo siempre he confiado en mis entrenamientos y cuando iba a un campeonato no tenía miedo a nadie.

Pero realmente eso hay que demostrarlo todos los días. Pero lo de las chuches no es un plan, el objetivo número 1 es entrar en el Ejército del Aire. Una vez conseguido puede que el atletismo sea el nuevo objetivo.

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Autor

Roberto Marbán Bermejo

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente cursa el grado de Ciencias Políticas por la UNED, fichó en 2010 por Periodista Digital.

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