Ferran Monegal y Julia Otero, dos de las voces más representativas de Onda Cero, la emisora del grupo Atresmedia, están que dan palmas con las orejas con Rosa María Mateo, la administradora única de TVE a la que sus críticos acusan de haber realizado una purga mayúscula en el seno de la televisión pública.–RTVE: La ‘comisaria’ Rosa María Mateo cobra un sueldo de 10.405 euros al mes—
Monegal y Otero, de reconocidas simpatías progresistas, han jaleado cual hooligans a Mateo, una periodista de reconocida trayectoria que apoyó en su día al socialista Alfredo Pérez Rubalcaba frente a Mariano Rajoy y que ha llegado a su cargo actual con el apoyo de todos los grupos que sustentaron la moción de censura al PP.–La veterana Rosa María Mateo se pone histérica: «¡No hay purga en RTVE!»—
Monegal aplaudió las declaraciones de Mateo en el Congreso y su enfrentamiento a los políticos, en concreto a Ramón Moreno, representante en la comisión del Partido Popular.–Soledad Gallego-Díaz no ve ‘purgas’ ni en ‘su’ País ni en la RTVE de Rosa María Mateo: «Los medios evolucionan, y ella lo que busca es la profesionalización de un medio público»—
Es la primera vez que la administradora rinde cuentas y me ha parecido fantástica su intervención.
Había uno, Ramón Moreno, que así como perdonándole la vida, le venía a decir si ella era la voz de su amo, del presidente de gobierno, de Sánchez, de Podemos, o del señor Torra, y Mateo le miró fijamente y le contestó que ella era independiente y que nadie le iba a dar órdenes.
La presentadora de ‘Julia en la Onda’ no pasó por alto la oportunidad de alinearse con Mateo:–¿Sabes cuál es el destino de los 77 represaliados de RTVE tras la purga de la soviética Rosa María Mateo?—
Y a eso le llaman purga. Son unos cachondos
Continuaba Monegal:–Ramón Moreno (PP) deja a la altura del betún a Rosa María Mateo, la comisaria de RTVE: «Sólo le falta echar a Jordi Hurtado»—
Han dado lo de la ministra. Y la encuesta del CIS. Pero acaba la información diciendo que ese estudio se hizo antes de que salieran todos los marrones de la tesis de Sánchez y la dimisión de Montón.
Otero no cabía en sí de gozo: «¡insólito!, ¡insólito!». Y remataba: «y por sus obras conocemos a Rosa María Mateo, cuya trayectoria es intachable».