No espero mucho de alguien que tuvo la desfachatez de culpar a la víctima de La Manada de lo que sufrió, eso califica moralmente a quien pregunta
La tensión, en la radio, suena como en ningún sitio. Los silencios, las palabras medidas al principio, las no tan medidas cuando llega una pregunta inesperada…todo ello han sentido los oyentes de ‘Más de Uno‘ en la mañana de este 28 de septiembre de 2018 cuando tras una insustancial entrevista a Iñigo Errejón aún quedaba una pregunta en la recámara.
El encargado de ejecutar la última cuestión era Arcadi Espada. En cuanto Carlos Alsina le pasó la pelota, ametralló al de Podemos a quemarropa. «Desde el punto de vista moral, me gustaría saber su opinión, sobre su propia actitud en el contrato de trabajo que usted tuvo con la universidad de Málaga y por cuya resolución usted no volvería a ser contratado por la propia universidad«.
En ese momento se produjo un silencio muy tenso que tan mágico es en la radio. Una vez recuperada la iniciativa, Errejón respondió: «no está usted bien informado, yo no fui inhabilitado, las denuncias fueron archivadas y eso ha sido publicado, hay que prepararse las preguntas«.
Pero Arcadi había mordido la presa y no la iba a soltar tan rápido: «Perdóneme pero tengo un contrato delante en el cual explica que la interposición en el juzgado de un requirimiento paralizó el expediente pero que si usted tratara de volver a vincularse con la universidad la propuesta de inhabilitación se reactivaría asi que tenga usted cuidado cuando acuse de no prepararse convenientemente las preguntas y atienda más a sus respuestas«.
Errejón no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer:
Espere que hay respuesta, usted no tiene ningún comunicado, tiene una comunicación anónima de un periodista que nadie se atrevería a firmar porque estaría prevaricando. No espero mucho de alguien que tuvo la desfachatez de culpar a la víctima de La Manada de lo que sufrió, eso califica moralmente a quien pregunta.
«Eso es una conclusión perfecta, le felicito señor Errejón«, finalizó con sorna Espada, y Alsina despidió por fin a su invitado.