Cuando se produce un crimen tan horrible como el de Laura Luelmo, es inevitable que se produzcan brotes de ira contra el salvaje criminal, en este caso, Bernardo Montoya. No siempre. Algunos medios de comunicación parecen preferir concentrar su ira al hablar de este crimen en el Partido Popular y en su presidente, Pablo Casado.
A pesar de que, dado que Bernardo Montoya ya había cometido el asesinato de una anciana y estaba en libertad, parecía lógico reabrir el debate de la cadena perpetua o su eufemismo legal, la prisión permanente revisable, en ‘Hora 25′ de la Cadena SER, prefirieron centrar el debate en zurrar al PP acusando de que sacar ese debate era ‘electoralista’ y ‘populista’.
Por esa regla de tres, usar el crimen para tratar de endosarle la muerte a un partido político ¿no sería también reprobable? Porque Angels Barceló como quien no quiere la cosa lanzó un alegato contra Vox en su editorial, erigiéndose en portavoz de todas las mujeres, y tras afirmar con razón que querían poder correr libres por la calle, agregó en su editorial dedicado a Laura Luelmo:
«Queremos no tener que escuchar discursos machistas ni a quienes equiparan los asesinatos de hombres con lo de los mujeres. Porque a las mujeres nos matan por el hecho de ser mujeres»
Angels Barceló estaba arremetiendo así indirectamente contra las palabras que en su mismo programa pronunció el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, cuando dijo que le parecía igual de despreciable el asesinato de un hombre que el asesinato de una mujer, algo que Barceló no parece compartir.
Lo relevante es que discutibles o no las palabras de Ortega Smith iban dirigidas a la violencia intrafamiliar y doméstica, ¿no es manipular usarlo en un debate sobre depredadores ex convictos como Bernardo Montoya que, dado que no era ni novio ni pareja de Laura Luelmo, poco tiene que ver su caso con el debate sobre la legislación contra los malos tratos en las parejas?
Pero no fue Barceló quien dijo la frase más dura, esa llegó de la mano del comentarista Javier Álvarez, que es ya un habitual en la SER y es Catedrático en la Universidad Carlos III (a la que algunos malpensados consideran que es la ‘Universidad Rey Juan Carlos del PSOE’). Escuchando las barbaridades que dicen y el odio que le tienen al PP habrá que darles la razón:
Angels Barceló – ¿Tiene alguna utilidad la prisión permanente revisable para prevenir este crimen?
Javier Álvarez – Ninguna. Es un cinismo intolerable lo que se está diciendo el PP. Tiene razón la diputada. (…) Me parece de una desvergüenza atroz. Lo que hay que hacer es evitar la muerte de las mujeres, y eso no se hace con la prisión permanente. (…) Esa es una medida populista. (…) ¡Esta muerte hay que cargarla sobre lo que han retirado el dinero donde tiene que estar! (…)
Es inexplicable que Javier Álvarez no fuera más valiente y terminara de decir lo que estaba insinuando: que el Gobierno Rajoy era el responsable del asesinato por sus recortes.
«A la hora de decir donde se recorta habría que tener más sensibilidad», apostilló Barceló al respecto. «Donde se empezaba a poner dinero, se empezó a quitar. Se ha producido la injusticia», apuntó María Esperanza Sánchez.
Angels Barceló – ¿Es Constitucional la prisión permanente?
Javier Álvarez – Casi la totalidad de los catedráticos de derecho moral hemos dicho que no. Ataca la dignidad, no respeta la moralidad. Puede suponer que una persone termine su vida en prisión. En Alemania la media de cumplimiento son 18 años y fijo y en Francia a los 20. Nosotros tenemos penas temporales de 40 años. La última vez que tuvimos cadena perpetua fue en el Código Penal de 1870 y a los 30 años se le daba un indulto.
Angels Barceló – ¿Hay algún motivo aparte del partidismo para defender la prisión permanente?
Javier Álvarez – Ninguno. El Partido Popular lo hace por puro populismo. Modificó el delito de asesinato – apunte esto – de acuerdo con una ley del nacional-socialismo de 1941.
¡Sí! Tanto tiempo comparándoles con los franquistas, se echaba de menos que algún tertuliano no volviera a comparar al PP con los nazis. Por cierto, los de Nüremberg, mandaron a los jerarcas a los nazis a la horca, es de suponer que eso a Javier Álvarez también le parecerá un ataque a la dignidad y a la moralidad aquel Juicio que dictaminó además tres cadenas perpetuas.
La intervención de Javier Álvarez pareció entusiasmar a las otras tertulianas (Barceló, Sánchez y Victoria Lafora). En el caso de María Esperanza Sánchez se vino arriba: «Después de la claridad y esa cualidad de este juez, Javier Álvarez, poco más se puede decir».
Algo sí se puede decir: que no es juez. Javier Álvarez tiene una larga trayectoria de doctorados y galardones académicos de prestigio en tres universidades diferentes, pero entre los que no está la toga judicial.