¡Qué poca memoria tiene Manuel Valls y qué antología del despropósito! El candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Barcelona está que no vive con el ascenso de Vox y está intentando por todos los medios alejarse de cualquier influencia del partido de Santiago Abascal, a pesar de que gracias a este no sólo una compañera suya, Marta Bosquet se ha convertido en presidenta del Parlamento de Andalucía, sino que los naranjas entrarán a formar parte del Gobierno de la Junta.
Sus últimas comparecencias públicas, que luego además sube a redes sociales, son un canto al esperpento, con todo tipo de ataques contra Vox, comparándolo con los partidos golpistas o los herederos de la banda terrorista ETA.
Sobre la entrada de @vox_es en la mesa del @ParlamentoAnd me gustaría explicar mi posición con la misma claridad de siempre. La irrupción de la ultraderecha en las instituciones, a pesar de que responde al resultado de las urnas, es una mala noticia para #España y para #Europa.
— Manuel Valls (@manuelvalls) 27 de diciembre de 2018
Todo acuerdo programático o de gobierno con @vox_es sería, en cambio, un #error político y una incongruencia moral. Sería incompatible con los valores europeos que muchos de nosotros defendemos.
— Manuel Valls (@manuelvalls) 27 de diciembre de 2018
Desde mi plataforma, @vallsBCN_2019, me he mostrado partidario de que en España y en Catalunya se aborden pactos de Estado entre las fuerzas constitucionalistas que marquen distancias con los populistas de la izquierda, los separatistas y los ultras de la derecha más reaccionaria
— Manuel Valls (@manuelvalls) 27 de diciembre de 2018
Lo que olvida Valls a la hora de meter en el mismo saco a Vox con esos herederos de ETA o los golpistas es que el partido de Abascal no tiene a ningún miembro ni encarcelado ni condenado por rebelión, sedición o delitos de sangre.
Y cuando ya se le acaba el argumentario, decide que la formación verde tiene reminiscencias racistas.
“Su amo Soros”..”barco negrero”..en pocas palabras, y ahora en España, la teoría de la conspiración y las tesis antisemitas y racistas de toda la extrema derecha en Europa. https://t.co/sPa12lhNPl
— Manuel Valls (@manuelvalls) 23 de diciembre de 2018
El problema para Valls es que, ejerciendo como ministro de Interior de Francia, fue responsable de la expulsión de varios gitanos a los que deportó en autobús como si fueran sardinas en lata –El ministro del Interior francés arremete contra los gitanos-.
Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72