RadioYa tuvo la visita del analista y consultor político venezolano Pedro Pedrosa. Ha hablado de globalismo, de la situación de Venezuela o de Pedrito «Kennedy» Sánchez que ha desatado la marejada electoral en todos los frentes.
Para ello cuenta con el Soviet de RTVE y su comisara política Rosa María Mateo retransmitiendo cual Gran Hermano Vip el Juicio a los golpistas con estrellas invitadas del PP que siguen a pies juntillas la estrategia procesal de las defensas.
RadioYa se ha fijado también en el perfil político de una de las figuras más despreciables y una de los seres humanos más abyectos que ha conocido nuestra nación: Xavier Arzalluz.
Su muerte no alivia a las víctimas del terrorismo del profundo desprecio con el que este inmoral las despreció y odió mientras negociaba presupuestos y gobiernos con el PP de Aznar.
Nos ocupamos además del impacto humorístico que genera cada nueva oleada del CIS y de las consecuencias políticas que puede tener el uso intensivo de la mentira pública como arma política.
RadioYa sigue dando que hablar con su programa ‘En la boca del lobo’ que presenta y dirige el periodista Javier García Isac, director asimismo de la cadena que acaba de cumplir dios años.
Este jueves 28 de febrero han contado en la emisora con la participación de José Corbacho (coalición ADÑ), el periodista José Luis Barceló, el sindicalista Jorge Garrido y el general Monzón. Con ellos se ha pasado a analizar una nueva jornada del juicio al «proces marcada por las comparecencias de Mariano Rajoy y Soraya Sáez de Santamaría.
Ha quedado acreditado que los máximos representantes del gobierno negociaron hasta el último momento con los sediciosos en abierta rebelión para evitar la aplicación de un 155 que finalmente quedó desleído. Y durante sus comparecencias han parecido cómplices de la estrategia procesal de las defensas en lugar de aportar pruebas y carga procesal contra los golpistas.
La desfachatez de Rajoy, que solo pronuncio la palabra «violencia» para condenar a las Fuerzas de Seguridad, le sitúa como uno de los mandatarios más indignos que hayamos podido sufrir, bien preocupado por que su testimonio no pueda servir para sustanciar la condena por el delito de rebelión.
