Han podido charlar con ellos, hacerse fotos e incluso grabar y difundir vídeos pese a las restricciones impuestas por el Supremo. Ha sido un choteo vergonzoso, en el que se pasaron por el forro las condiciones que les impuso el Supremo. ¿Se saludarán Junqueras y Sánchez en el Congreso este 21 de mayo cuando juren sus actas de diputados? Carlos Herrera ha ofrecido una clave que da escalofríos.
Diputados de Esquerra Republicana (ERC), Junts y EH Bildu han ‘escoltado’ a los cuatro golpistas presos que han acudido al Congreso para presentar sus credenciales como diputados electos y en ese recorrido de poco más de una hora han podido charlar con ellos e incluso hacerse fotografías y grabarse vídeos.
Oriol Junqueras, de ERC, y Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull, de Junts, que se encuentran en prisión preventiva en la cárcel de Soto del Real procesados por el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, han entrado en cuatro coches directamente al párking de la Cámara, donde desde primera hora de la mañana se ha desplegado un fuerte dispositivo policial.
Estos electos podían haber delegado en un intermediario la entrega de sus credenciales, pero pidieron permiso a la Sala Segunda del Tribunal Supremo, encargado de juzgarles, y ésta les autorizó a hacerlo personalmente.
Y a las 10:04 horas los cuatro han subido a la primera de las salas habilitadas por el Congreso para realizar los trámites pertinentes antes de recoger sus respectivas actas de diputados, para las que han de cumplimentar hasta tres declaraciones escritas (de bienes, de actividades y de intereses económicos).
Nada más salir de los ascensores, diputados de ERC, Junts y Bildu les han recibido entre aplausos y se ha podido ver a algunos de ellos abrazarse con sus compañeros, todo ello en medio de una gran nube de periodistas y gráficos.
Enseguida, los cuatro golpistas han entrado en la sala Lázaro Dou, la primera de ellas, para presentar toda la documentación, un espacio en el que ya se encontraba casualmente el exministro de Justicia Rafael Catalá y en el que el trasiego de diputados ha sido continuo.
Entre otros se ha podido ver entrar al ‘número dos’ de ERC, Gabriel Rufián, acompañado por varios de sus compañeros de bancada; a todos los diputados de Junts y a parlamentarios de EH Bildu, como Jon Iñarritu o Marian Beitialarrangoitia. También ha acudido a la sala el exportavoz parlamentario del PDeCaT Francesc Homs, abogado en la causa del ‘procés’ como coordinador de las defensas de los miembros del PDeCAT.
El Tribunal Supremo había recalcado que los golpistas presos no podían tener contacto con medios de comunicación ni mantener reuniones de trabajo durante su estancia en la Cámara, si bien en el interior de la primera sala los funcionarios han sido muy laxos.
Tras realizar todo el papeleo, en el que los presos han estado bajo supervisión de la Policía del Congreso, los cuatro han abandonado sus instalaciones sobre las 11:10 horas de la mañana para regresar a Soto del Real.
Este martes volverán a realizar el mismo trayecto de la cárcel al Palacio de la Carrera de San Jerónimo, para acudir a la sesión constitutiva de las Cortes Generales. En esa ocasión, los cuatro golpistas presos, custodiados por los efectivos policiales del Congreso, accederán al Salón de Plenos, del que no podrán salir, pero en cuyo interior hay servicios e incluso cafetería.
LA LECTURA DE CARLOS HERRERA
Carlos Herrera ha sugerido en su editorial de las 7 h en COPE que detrás de todo este circo está la posibilidad de que Sánchez les otorge el indulto:
«Los presos se paseaban por el Congreso como Pedro por su casa haciendo lo que en teoría no podían hacer, bajan la mayoría absoluta si no renuncian a su acta de 176 a 174. Esto facilita las cosas a Pedro Sánchez. Son cuatro, que es como si no existieran. Es verdad que ERC o JxC podrían presionar a los presos para que renuncien al acta pero a lo mejor les conviene no hacerlo porque haciéndole ese favor a Sánchez más adelante se lo pueden cobrar de otra manera. ¿Cómo? Con un indulto, mi’alma. Tú los dejas en la cárcel, me facilitan sacar adelante mis cosas [las de Sánchez] y luego cuando haya sentencia, me das unos meses para que no cante demasiado y yo te indulto»
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