Un día de «demostración de fuerza de las mujeres». No, esas no son palabras de Cristina Fallarás, sino de Helena García Melero, la presentadora del programa de tarde de TV3, ‘Tot es Mou’, que definía así de objetiva el escrache de supuestas feministas contra la llegada de la derecha al poder en Andalucía.
Cristina Fallarás tenía que mejorar esa intervención o dejaba de ser ella. Así lo intentó:
«Me parece una respuesta imprescindible a la infamia de Vox, y además al apoyo que está teniendo por parte del PP y Ciudadanos que lo que hacen es blanquear su ataque contra los mujeres».
Por lo visto el término «blanquear» es la consigna contra el pacto con Vox, dado que lo repiten todos, desde Angels Barceló hasta Mamen Mendizabal.
La cosa aún podía mejorar. Cristina Fallarás al intervenir en el programa ‘Tot es Mou’ se atrevió a hacer una auténtica frivolización de la violencia machista, al poner al mismo nivel a los criminales agresores, con aquellos que simplemente discrepan de la selección de cifras que se dan o consideran que la legislación se puede moficar:
«Cuando alguien pone en cuestión nuestras cifras sobre laviolencia ejerce la violencia machista. Cuando alguien dice que las mujeres matamos a nuestros hijos, ejerce la violencia machista. Cuando alguien quiere quitar las leyes que nos dotan de mínima seguridad, que no vale para mucho, pero algo es, ejerce la violencia machista».
¡Atención al argumento de la superdotada Fallarás! Reconoce que la Ley de Género «no vale para mucho» en la lucha contra la violencia machista, pero acto seguido dice que quien quiera quitarla «ejercerá la violencia machista».
Es decir que una ley que ella misma dice que es inútil, si la tocas eres un machista. ¡Aplauso para Fallarás!
«Vox hace un ejercicio brutal de violencia machista pero a partir de ahora es institucional, porque el PP y Ciudadanos les han abierto la puerta».
«Ya están halando de que el aborto es cultura del a muerte. No sólo son ultraderecha modelo Europeo, sino que son ultraderecha modelo español, es decir, católicos e ignorantes como ha sido siempre la ultraderecha en España».
Vox es malo porque es como los ultras europeos, pero en realidad es aún peor porque es diferente y es español pro-católico. Lo único claro es que Fallarás cobra de dinero público vía TV3 por insultar a la derecha y empiezan a faltarle ya descalificaciones coherentes por su propio discurso, pero a fin de cuentas no cobra por ser coherente, cobra por descalificar a la derecha.
Después de decir que la ultraderecha es Vox, pasa a decir que la ultraderecha es el PP. ¿Entonces por qué le parece mal que pacten?
El problema es que igual que para Fallarás en tema de género todo lo que no sea darle la razón a ella es violencia machista, en política, todo lo que no sea pensar como ella es ultraderechismo. ¿Para qué pensar si se pueden seguir consignas facilonas?