RadioYa, que ha incorporado recientemente a su parrilla de programación al escritor e historiador Pío Moa, con el programa ‘Una hora con la Historia’, tiene entre sus programas estrella ‘En la boca del lobo’, presentado y dirigido por el director de la emisora Javier García Isac. En la mañana del lunes 28 de enero ha contado con la participación de Martín. S. de Ynestrilas, el general Monzón, J. A. Ruiz de la Hermosa y Luis Sánchez de Movellán.
El director de la cadena ha encauzado una tertulia centrada en las novedades de las movilizaciones del taxi en Madrid, que pasan fundamentalmente contra las protestas contra la sede del PP y un «escrache» contra cargos electos de este partido porque los taxistas entienden que sus demandas no son atendidas por la Comunidad de Madrid, cuyo gobierno es de ese signo político.
Por cuanto que hay otras administraciones implicadas -muy singularmente el ministerio de Fomento del PSOE y el ayuntamiento podemita de Manuela Carmena- debatimos si el hecho de señalar de manera singularizada al PP hará que se perciba la protesta como una desviación hacia intereses políticos lejana a lo que pueda haber de justa reivindicación laboral, legal o económica.
El programa dirigido por Javier García Isac se ha fijado además en la situación en Venezuela y en las sanciones impuestas por EE. UU. como un argumento a aprovechar por los comunistas carpetovetónicos: son la excusa perfecta para justificar la «injerencia externa» después de años tan tranquilos sin preocuparse de las injerencias de los miles de comisarios políticos cubanos ni de los asesores podemitas que cobraban sus informes a precio de oro.
Guaido ofrece amnistías a los altos mandos de un ejército complicado hasta el tuétano en los asuntos más turbios y abyectos del narco-chavismo para buscar una salida y evitar el baño de sangre y entre tanto la UE se inventa la postura más absurda que cabía esperar.
Reconocen de forma explícita la legitimidad de Maduro al encargarle la celebración de … ¡¡Elecciones libres!! Y al tiempo le dan un plazo de ocho días explicando que desde entonces considerarán que de la nada nacerá una nueva legitimidad por la que considerarán presidente a Guaidó.
Pasen y vean. Con ministros de Exteriores como Borrell todo es posible.
