En mi casa se oye la radio, todo el día suena la radio, en mi casa. La SER todavía no, aún no, ya llegará
Gemma Nierga regresó a la que durante tantos años fue su casa. En concreto, más de tres décadas, que se dice pronto.–La SER cierra el micro a Gemma Nierga después de tres décadas: no renueva su contrato–.
La periodista catalana regresó a la Cadena SER tras su traumática salida en el año 2017, tras enterarse que no iba a ser renovada y sin poder siquiera despedirse de la que había sido su audiencia durante tanto tiempo.
Un final que, sin embargo, no fue un punto y aparte definitivo.–Triste final para Gemma Nierga: Cadena SER le da la última y trapera puñalada–.
En la madrugada de este 13 de febrero de 2019, con motivo de la celebración del ‘Día Mundial de la Radio’, la periodista catalana se puso al frente de un micrófono amarillo, aceptando así la invitación de Mara Torres para encender con ella ‘El Faro‘.–Nierga deja salir su desgarro con la SER: «No la pongo nunca, no me apetece oírla»–.
«La radio está presente en mi vida. En mi casa se oye la radio, todo el día suena la radio, en mi casa. La SER todavía no, aún no, ya llegará, de momento estoy aquí que esto ya es un gran logro, cruzar la puerta de esta radio, la que crucé tantas veces para venir a trabajar, y sentirme bien, tan bien…pero esto porque eres tú ¿eh?».
Pero sin embargo, el momento más emotivo de la noche y de la conversación llegó cuando ambas locutoras repasaron la que quizás era la etapa profesional más feliz de la vida de Nierga pero la más triste personalmente, donde la catalana tuvo que hacer frente a un cúmulo de pérdidas personales, algo que sus oyentes desconocían.
La radio siempre está presente en mi vida. @La_SER todavía no, pero todo llegará #GemmaNiergaEnLaSER #DiaMundialDeLaRadio pic.twitter.com/vSbjIkc6X9
— El Faro (@ElFaroSER) 13 de febrero de 2019
«¿Cómo se llevan tantas pérdidas cuando uno tiene que abrir el micro todos los días a las cuatro?«, le preguntó Torres, que esta temporada estrena proyecto radiofónico tras haberse despedido de La2 Noticias.
«Uf, bueno a ver, esto es muy difícil de hablarlo. No lo he hecho nunca y me cuesta. Eran años duros, perdimos gente muy querida. Colocarse cada día a las 4 era titánico pero lo intenté llevar lo mejor que pude.
Fue la muerte de mi sobrino Daniel con 4 años, murió mi hermano con 36 años y murió mi madre y yo hacía el programa siempre.
Pero la única vez que me rompí fue con la muerte de Ernest Lluch. Lo que pasa que lo otro no lo sabía nadie y era un dolor mío, lo de Ernest, asesinado por ETA, fue público.
Cuando lo asesinan yo venía del hospital y venía de pensar dónde moriría mi sobrino. La muerte de Ernest fue como decir que ya no puedo más, ¿cómo la vida te puede enviar cosas tan dolorosas y aún así seguir luchando?»
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