Carlos Herrera no ha dejado pasar la ocasión de meterle un buen palo a Pablo Iglesias después de que este recibiera un escrache en la facultad de Políticas de la Universidad Complutense de Madrid.
El director de ‘Herrera en COPE‘, en su editorial de las seis de la mañana de este 5 de marzo de 2020, recordó a sus oyentes que el líder de Unidas Podemos tuvo que tragarse exactamente el mismo jarabe democrático con el que él y los suyos despacharon hace diez años, en esa misma institución y, curiosamente en la misma sala, a la entonces líder de Unión Progreso y Democracia, Rosa Díez:
Carlos Herrera recordaba que no solo la política de UPYD estuvo en el punto de mira de la patulea podemita, sino que también otros políticos fueron señalados por las hordas moradas, llegando incluso a rodear viviendas particulares de esos cargos públicos como toda una vicepresidenta del Gobierno:
Ayer Pablo Iglesias sufría un escrache, pero ¿qué me están diciendo ustedes? Jarabe democrático para el hombre que se dedicaba a, ahí tienen a Rosa Díez, decidir quién podía hablar, quién podía o no manifestarse, el hombre que ustedes recordarán escracheaba la casa de Soraya Sáenz de Santamaría, que rodeaban a Cristina Cifuentes. Sí, sí, los que utilizaban ese tipo de violencia.
Señala el periodista de COPE que el hoy vicepresidente segundo no se olía ni por lo más remoto la que se le iba a venir encima en un lugar que él considera su casa y donde empezó a fraguar el germen de lo que hoy es Podemos:
Pues ayer este individuo va a su lugar fetiche, va a la Universidad Complutense de Madrid a dar una charla sobre el fascismo. Se presentó allí muy ufano y el problema es que los chavales que él ha amamantado ideológicamente pues se le subieron a las barbas.
Detalla que Iglesias tuvo que aguantar toda una serie de improperios de jóvenes que son como lo era el de Unidas Podemos, gente que ahora se ha caído del guindo y han comprobado que los bonitos mensajes que les contaban no eran más que un cuento chino:
Vendeobreros le dijeron a la cara. Iglesias diciendo que él era un modesto reformista, la caradura que tienen todos estos, que están presos de una ideología pestilente, pero ahora han descubierto que el comunismo traiciona al obrero, fíjense ustedes.
Carlos Herrera sentencia que los que reventaron el acto de Iglesias no dan para más, que su finalidad es básicamente esa, pero que al mismo tiempo algo de razón tienen cuando han visto como el político del pisito modesto y de los tres salarios mínimos está viviendo a todo trapo en la sierra de Madrid y exigiendo ahora cobrar más que esos tres salarios mínimos:
Es que estos solo sirven para esto, para reventar mítines. Pero es que Pablo Iglesias debería entender que es lo que tiene hablar sobre Vallecas y luego irse a un chalet en Galapagar, o decir que no, que solo cobrará tres salarios mínimos para luego romper esa norma para cobrar más.
