Ser hijo de Carlos Herrera y Mariló Montero tiene muchos beneficios, pero conlleva un ingente compromiso, y eso Alberto Herrera lo sabe muy bien. A sus 28 años y tras trabajar («aunque no lo necesitaba») mano a mano con su padre en COPE, le ha surgido una oportunidad de oro que él mismo ha tildado de «un sueño cumplido»: dirigir su propia sección musical en Rock FM.
Alberto también «se dedica a otras cosas», más en particular al marketing, su «otra pasión» que compagina con la órbita comunicativa. Tras fundar su propia agencia, sabe que todo esfuerzo da sus frutos y admite que cuando «me surgió este proyecto, lo probé y me enganchó el micrófono, el estudio y la radio«. Un vínculo cuya responsabilidad implica, según asegura, «esforzarse mucho para dar la talla y que se me vea como un profesional».
En una entrevista concedida al diario El Mundo ha reconocido entender a quienes comentan que «estoy aquí por ser el hijo de quien soy»:
«Seguramente, si no tuviera estos padres, quizá no habría optado a tener un espacio en COPE o un programa en Rock FM. Estoy muy agradecido por esto, pero no por ello voy a dejar pasar esta oportunidad, porque sería desperdiciarla. Es algo que me gusta, en lo que me esfuerzo y que me hace feliz», sentencia.
A modo de «ejercicio sanísimo», ha revelado que «no lee ninguna crítica», puesto que «estar detrás de una pantalla te da la valentía de decir cosas que no dirías a la cara» y, aunque es consciente de que «la gente es libre de decir lo que quiera», simplemente es algo «en lo que no voy a fijarme»:
«Como hijo, es muy doloroso que veas que hay personas que pueden utilizar un tipo de terminologías hacia alguien que tú quieres muchísimo. Es un tema muy complicado, la política es de esas puertas que no quiero abrir, ni hablar de ideologías ni de nada», concluye.