EL TERRIBLE RIDÍCULO DEL DE MÁS MADRID, RECORDADO EN ESRADIO

Losantos ahonda en el bochorno de Errejón, ‘apaleado’ por Margallo en laSexta: «¡Odio a los pijos comunistas!»

"Cuando veo a un millonario disfrazado de pobre, le arrancaría los harapos y se los daría a un mendigo de verdad"

Losantos ahonda en el bochorno de Errejón, 'apaleado' por Margallo en laSexta: "¡Odio a los pijos comunistas!"
Íñigo Errejón sufriendo con Margallo, y Federico Jiménez Losantos. PD

La guerra cainita en Podemos dejó a Íñigo Errejón a punto de la desaparición del mapa político, pero la suerte y unos pocos votos lo mantuvieron como una especie de diputado zombi en el Congreso.

Lo suficiente como para vivir -muy bien- de ello, pero pintar muy poco; que te caiga algo de tele de vez en cuando y seguir de alguna manera en la rueda mediática. Hasta este domingo 17 de enero de 2021. 

Íñigo Errejón jamás había sufrido tal ‘paliza’ dialéctica en un plató de televisión como la que le propinó, golpe tras golpe, el púgil Margallo, exministro y del PP, para mayor humillación del expodemita.

El último golpe, el más doloroso, fue el que el veterano político le propinó al de Más Madrid con su propia tesis doctoral. Uno se había preparado la refriega, el otro no, y quedó noqueado en apenas unos asaltos:

Errejón: Pero Margallo, con todo el respeto, ¿qué me cuentas de Venezuela?

Margallo: ¿Pero a ti no te gusta Venezuela? ¿El modelo bolivariano no te gusta? Porque en tu tesis dices que en Latinoamérica hay un ejemplo que deben seguir los países Europa del sur, literal.

Ni las vio venir. «Te lo compro», repetía exasperado Errejón, ese concepto que, lanzado en un debate, se parece mucho al futbolista que mira al banquillo esperando con avidez el cambio.

El bochorno de Errejón dura aún, varios días después, y son muchos los analistas que pretenden ahondar en él, y regocijarse, de paso. Eso hizo este 19 de enero Federico Jiménez Losantos en EsRadio, cuando Santi González llevó el asunto a colación:

Yo cada día creo más en la lucha de clases: odio a los pijos comunistas. Me está renaciendo un espíritu, pero que no es marxista, eh, es un sano odio rural. Son estos pijos que encima me quieren engañar… ¡Los odio! Yo con un pobre de izquierdas, que nunca prosperará, pues bueno. Pero cuando veo a estos pijos comunistas, es que me saca de quicio. Cuando veo a un millonario disfrazado de pobre, le arrancaría los harapos y se los daría a un mendigo de verdad.

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