En su programa en ondacero

Alsina desmonta el miedo a Meloni y atiza a los ‘feministas’ por no celebrar la llegada al poder de una mujer

Resalta el alarmismo entre los medios y políticos ‘progres’ que en lugar de felicitar al pueblo italiano por unos comicios realizados en paz y en el que ha ganado una mujer, se dedican a criticar y menospreciar la decisión de los italianos

Alsina desmonta el miedo a Meloni y atiza a los 'feministas' por no celebrar la llegada al poder de una mujer

La izquierda llora con el batacazo que se ha llevado en Italia y como mal perdedora, llama al miedo al tiempo que demuestra su falso feminismo.

El periodista Carlos Alsina analiza de forma magistral el triunfo de Giorgia Meloni en Italia, que representa la victoria de la derecha en el país de la bota. O como bien señala el presentador de ‘Más de uno’, es la victoria de las derechas. Porque es el triunfo de una alianza de tres partidos con Hermanos de Italia, «que es como Vox pero con una señora al frente”, la Liga, antes Liga Norte, y y Forza Italia.

En su programa, Alsina resalta el alarmismo entre los medios y políticos ‘progres’ que en lugar de felicitar al pueblo italiano por unos comicios sin violencia -en el que además, ha ganado una mujer- se dedican a criticar y menospreciar a los votantes y a su decisión pese a llamarse demócratas y feministas.

“Hoy Europa contiene el aliento, dicen los cronistas, muy dados a este tipo de frases: contiene el aliento, Europa en vilo. Es verdad que la llegada de Meloni genera inquietud, pero probablemente lo que acabe sucediendo es que sea ella la que cambie, no la Unión Europea. Que alcanzado ya el poder, sea precisamente Europa quien atempere el extremismo populista de esta señora y de sus costaleros”.

El presentador explica que el poder es un factor que termina moderando muchos discursos radicales porque una vez en el Gobierno, y más en coalición, entienden que deben respetar las reglas y el estado de derecho existente. También destaca a los “socios europeos como red de seguridad”, que termina limitando el margen de actuación de los gobernantes que llegan al poder con una imagen ‘extrema’ o ‘ultra’ como señalan a Meloni.

“Ejemplos recientes hay. De líderes que iban a refutar las reglas comunitarias para refundar una nueva Europa y acabaron siendo refundados ellos. Tsipras, en Grecia, de líder revolucionario a primer ministro casi socialdemócrata. Grillo en Italia, el Movimiento Cinco Estrellas que nació repudiando la casta, y el sistema, y hoy es parte del paisaje institucional, un partido tradicional de izquierdas con un líder que ya fue primer ministro, Giussepe Conte, y que aprobó, entre otras cosas, una amnistía fiscal. Podemos, en España, otro buen ejemplo. Iba a asaltar los cielos para reinventar el sistema y se quedó en compañero de viaje del partido más tradicional de España, el PSOE, sin tocarle una coma a la ley electoral. Y plegándose al criterio de la Comisión Europea en cada reforma que plantea. Comisión Europea de presidenta conservadora. Cómo habrá sido el proceso de asimilación que hemos escuchado a Yolanda Díaz citando a Sarkozy y a Luis de Guindos como fuentes de autoridad. Partidos que venían a bajarle los humos a las instituciones europeas y que hoy suspiran por recibir su aval: una palabra tuya bastará para sanarme, Úrsula. Parafraseando al viejo Bruno Segre, que Europa es hoy nuestro baluarte, la última defensa frente a los proyectos extremistas y excluyentes”.

Otro aspecto que no pasa por alto Alsina, es la hipocresía de los políticos, colectivos y prensa ‘feminista’, que en lugar de resaltar el hecho de que por primera vez en la historia de Italia, miembro fundador de la Unión Europea y tercera economía de la región, una mujer haya ganado las elecciones y vaya a ser presidenta, se dedican a criticarla por no ser de su mismo signo político.

“En otras circunstancias, hoy la prensa estaría llena de artículos celebrando la llegada, por vez primera, de una mujer a la presidencia del gobierno de Italia. Otro techo de cristal que se rompe. Pero como la primera que llega es mujer, sí, pero extremista, de derechas y en su día admiradora confesa de Mussolini (ahora prefiere declarase admiradora de Tolkien) no hay celebración alguna. Más bien, lo contrario. Los artículos lamentan que el nuevo primer ministro no sea Enrico Letta, es decir, un hombre”.

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Autor

José Antonio González Gómez

Redactor español-venezolano, licenciado por la Universidad Católica Andrés Bello. Cuenta con más de 10 años de experiencia, trabajando en radio, diversas agencias de publicidad internacionales como Foote, Cone & Belding, medios digitales, la administración pública y como freelancer.

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