Pedro Sánchez está desquiciado.
Cada intervención suya en los plenos, ya sea en el Congreso de los Diputados o en el Senado, está llena de odio contra todos aquellos que no le bailan el agua.
En la sesión celebrada el 22 de noviembre de 2022 en la Cámara Alta, el presidente del Gobierno aprovechó su cara a cara con Alberto Núñez Feijóo para colar, una vez más, un ataque contra los medios de comunicación que no le compran ni sus discursos ni su acción al frente del Palacio de La Moncloa.
El señalado en esta ocasión fue el diario El Mundo y Sánchez, durante su rifirrafe con el líder del Partido Popular, no dudó en blandir ante el plenario el periódico y hacerlo de la manera más despectiva posible.
Carlos Herrera, que ya se vio señalado hace algunas semanas por el propio jefe del Ejecutivo socialcomunista, dio cumplida respuesta en su programa, ‘Herrera en COPE’ a las acusaciones veladas de Sánchez con un dato demoledor:
Acusó a Feijóo de dejarse influir por la prensa conservadora. No habló ya de esta programa Sánchez. ¿Qué te hemos hecho, Sánchez? Ya no nos oyes. Crea eso una desazón terrible. Pero bueno, habló del diario El Mundo. Y eso lo dice un tipo que se ha hecho comprar mediante testaferros un grupo de comunicación al completo para darse lustre él mismo. Es el Jóker vestido de berenjena. Es una berenjena sin pelar. Es un fenómeno.
Hace un mes señaló a la COPE
No es la primera (ni la última) que Pedro Sánchez usa la tribuna de las Cortes para atacar a medios y periodistas dando sus nombres y apellidos
A mediados de octubre de 2022, el inquilino de La Moncloa quiso acorralar al propio Carlos Herrera desde el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo:
La España progresista tiene enfrente un poder que es el poder del dinero que tiene sus terminales. Usted como yo desayuna la prensa madrileña y también escuchando la Conferencia Episcopal hablando a través de la radio,
Obviamente, la mención a la COPE no cayó en el olvido y el propio Carlos Herrera dio cumplida respuesta a las palabras del inquilino de La Moncloa:
Sánchez encontrará en los medios críticos, que son muy pocos, la explicación para justificar la nulidad de su política. Leer ABC o escuchar COPE le creará la motilidad intestinal pertinente y la mordedura de los músculos mandibulares con los que caracteriza su descontento, pero difícilmente podrá encontrar en esos contenidos una falta de compromiso con la sociedad que preside.
El comunicador almeriense no dudó en resaltar la escasa tolerancia que tiene Pedro Sánchez a la crítica y que es urgente que asume que haya pluralidad de medios, no solo los que a él le soban con mimo y cuidado el lomo:
A sujetos como este hay que enseñarles que la disidencia enmarcada en la lealtad institucional no solo es inevitable sino que, además, es imprescindible para que un país circule por las vías de la pluralidad, esa cosa con la que se les llena la boca a estos cuentistas y que solo contemplan cuando afectan a su terruño ideológico.
Carlos Herrera subraya que lo que le sucede al presidente del Gobierno socialcomunista es que es consciente de que hace tiempo que perdió la calle y solo puede presentarse en foros perfectamente acotados:
Sánchez, con todas las particularidades que queramos contemplar en el caso acaecido este pasado día de la Fiesta Nacional, sabe que ha perdido la calle y que solo podrá comparecer ante escenarios controlados por sus conmilitones del PSOE, nunca de forma abierta frente a masas no estabuladas.
Insistió en recordarle al inquilino de La Moncloa que la sociedad ha evolucionado hasta extremos insospechados hasta para el propio Sánchez:
Cree, por demás, que esa circunstancia que conoce y no puede ignorar –por más que quiera–, se debe a la vieja lucha de clases que sigue resumiéndose en las primitivas ideas con las que se manejan sus conmilitones y él mismo, ignorando que el mundo se ha ido reconvirtiendo hasta hacer posible que clases trabajadoras, otrora carne de socialismo, hoy voten opciones diametralmente opuestas.
Y concluyó destacando la desconexión con la realidad que viene sufriendo Pedro Sánchez desde hace tiempo:
Esa desconexión con la realidad, esa falta de la más elemental prudencia mediática, ese crujir de dientes, son síntomas de descomposición. Por más que los fondos gubernamentales alimenten medios de comunicación de escueto recorrido y alta deuda, que tenemos que pagar todos los españoles, aunque no merezcan, como nosotros, la atención del mamerto.