Más claro, el agua.
La diputada Cayetana Álvarez de Toledo, fiel a su estilo, ha analizado la situación política actual en su entrevista con Federico Losantos, en EsRadio.
La popular no se ha cortado ni un poco y se ha ‘mojado’ al tratar diversos temas. Ha hecho especial hincapié en el ataque permanente al pluralismo político, así como al desprecio a la democracia, las normas y los procedimientos por parte del presidente Pedro Sánchez y de todo el Gobierno PSOE-Podemos.
«Esta izquierda que suelta a violadores, a golpistas y a corruptos no nos va a decir a nosotros con quien tomarnos una foto ni con quien podemos manifestarnos ni con quien podemos gobernar. No es que la izquierda ejerza en España una superioridad moral, es que ejerce ya la impunidad moral».
Expone como ejemplo de esto, la polémica suscitada en Castilla y León por un protocolo para mujeres embarazadas. «Sánchez se ve beneficiado, hiperventila para tapar el escándalo oceánico que supone que su Gobierno haya rebajado las condenas a más de 180 violadores y abusadores sexuales; es un asunto que merecería la dimisión de la jocosa Pam, de la astróloga Montero y de Pedro Sánchez».
Otra situación que retrata el doble rasero existente, es la «especie de campaña enorme a favor de Griñán». Recuerda que a Eduardo Zaplana nadie salió a defenderlo en una situación similar, por lo que defiende que entre en prisión. Considera que «la izquierda está arriba en un tablero inclinada y siempre gana los debates morales».
Álvarez de Toledo advierte que Sánchez tiene en mente un plan para transformar España en lo más parecido al PSOE, es decir, «un Frankenstein de muñones de identidades mal cocidos». Señala que con un plan de «poder a cualquier precio, pretende cambiar el orden basado en la reforma, el consenso y la noción de ciudadanos por un caos basado en la ruptura, el guerracivilismo y el separatismo identitario».
También critica las etiquetas con las que se suele catalogar a la disidencia. En especial con la de la moderación:
«No es ni un programa electoral, ni un proyecto de Gobierno, ni siquiera una política. En España se confunden las formas con el fondo y lo importante. Hacer concesiones al nacionalismo o intentar congraciarse con una izquierda radical para mí no es moderado. España es el único país donde la moderación lo deciden los más radicales. Donde el centro político lo deciden los más ultras. Es una palabra que está pervertida en el debate público español».
Llama a no tener «ningún miedo a que te llamen radical, si estás radicalmente defendiendo lo importante y fundamental para un país».
Por último, considera que hay que abandonar la «actitud de apatía o de mera resistencia y pasar al ataque». Por eso, convoca a asistir masivamente a la manifestación de este sábado en la Plaza de Cibeles, en Madrid.
