Sin pelos en la lengua, diseccionan esta ley aprobada con prisas y nocturnidad por el Gobierno socialista
Fue una de las medidas que más polvareda levantó en el panorama mediático español. Una decisión política y precipitada. Suprimir la publicidad de la programación de Televisión Española no ha dejado indiferente a nadie. Gusta en el fondo pero no en la forma en la que se ha llevado a cabo. PD ha consultado a periodistas que han estado al frente de los Servicios Informativos de esta casa. Dos de ellos trabajaron durante Gobiernos socialistas y otros dos con el Gobierno Popular. Sin pelos en la lengua, diseccionan esta ley aprobada con prisas y nocturnidad por el Gobierno socialista.
Analizan la Ley de Financiación de la Televisión Pública sin pelos en la lengua
ALFREDO URDACI: «Es una decisión política».
Es el más crítico con la medida a la que considera «no una decisión de la ejecutiva de la cadena sino del ejecutivo político». Además, Urdaci teme que genere cierta inquietud entre los trabajadores.
«Porque indica una voluntad de empequeñecer la televisión y la radio estatales. Con menos ingresos (es una posibilidad) la capacidad financiera para programar será menor.»
Por otra parte, este ex-director de los Servicios Informativos de la televisión pública no cree que eliminar la publicad revierta en un aumento de la audiencia. Los anuncios, explica, cumplen varias funciones: primero, informar de ofertas comerciales; y segundo, la de dejar pausas para que los espectadores organicen su vida. Y recuerda una anécdota ilustrativa en la que
«Un corresponsal de RNE que vivió en la Unión Soviética pedía a los colegas españoles que le enviáramos películas grabadas para ver en vídeo. Pero en sus mensajes recalcaba que «no se suprimieran los anuncios» porque era la programación que más echaba de menos en el desierto soviético.»
Lo positivo tan sólo redundará en las televisiones privadas porque se creará un «contexto comercial más favorable».
IÑAKI GABILONDO: «Posiblemente esta medida produzca una avería en TVE«
El hoy director de la edición nocturna de «Noticias Cuatro» cree que la medida es positiva en la misma línea que apunta Alfredo Urdaci. Sin embargo, subraya que necesitaría un análisis más completo.
Para Iñaki Gabilondo, suprimir la publicidad sería 100% positivo si fuera acompañada de los nuevos objetivos a cumplir tras la entrada en vigor de la mencionada Ley.
«Como no le digan a los gestores de la cadena cuáles serán los nuevos objetivos y con que presupuesto van a contar para ello, posiblemente esta medida produzca una avería en TVE. Si el objetivo es seguir librando las grandes batallas por la audiencia, la supresión de la publicad de forma aislada no es suficiente.»
Gabilondo se pone en el lugar del responsable de la televisión pública y le gustaría que le ofrecieran más información sobre el nuevo horizonte para la cadena.
«De todas formas, por la experiencia de los directores de este medio de comunicación, nunca ha habido mucha claridad en las decisiones que se han tomado. Todos han vivido un poco a ciegas.»
Para terminar, Gabilondo subraya que lo que realmente necesitamos es «una reflexión profunda sobre lo que tiene que ser una televisión pública.«
ERNESTO SAÉNZ DE BURUAGA: «Recoge la solicitud de las televisiones privadas»
Señala también que ésta es una decisión política pero es menos crítico que sus compañeros.
«El proyecto pone fin a la doble financiación de la televisión publica y recoge una solicitud que se ha repetido desde hace años por las televisiones privadas que siempre han considerado injusta y desleal esa doble fuente de ingresos.»
Pero Saénz de Buruaga matiza que será bienvenida siempre que se aplique lealmente y no se abuse de las operadoras para conseguir dinero.
DIEGO CARCEDO: «Me preocupa cómo afectará a los anunciantes»
A este veterano de TVE le preocupan (por culpa de la celeridad en aplicar esta medida) los anunciantes que trabajan fundamentalmente con esta cadena. Sobre todo las marcas de juguetes que en TVE encuentran la programación infantil más y mejor definida.
«Creo que la forma más adecuada hubiera sido planificar la eliminación de publicidad de modo gradual (pienso en un plazo de tres años).»
Si bien defiende la idea de que no es lógico que una televisión se financie con dinero de los contribuyentes y luego haga competencia a empresas privadas; cree la medida hubiera requerido un análisis y una planificación más meditadas.
«Por tanto, veo que esta medida ha sido precipitada y con un evidente oportunismo político. Me imagino que a los gestores actuales de la televisión pública se le van a crear algunos problemas.»