No se sabe qué va pasar con toda la gente que trajo Fernández cuando llegó a la cadena hace tres años
El nombramiento de Alberto Oliart como sustituto de Luis Fernández al mando de RTVE no gusta. Su edad, 81 años, y su reconocido desconocimiento del mundo de la televisión no son una buena tarjeta de presentación. Fernández se va y deja a la corporación sumida en una nebulosa incertidumbre: la misma que acompaña al nombramiento del octogenario Oliart.
Fernández se ha ido con una puesta en escena de aparente normalidad. Pero la realidad es que deja un ‘buen marrón’ a su sucesor. Comienza una nueva etapa marcada por la supresión de la publicidad en TVE; el apagón analógico y la futura Ley General de la Comunicación Audiovisual.
Tampoco se sabe qué va pasar con toda la gente que trajo Fernández cuando llegó a la cadena hace tres años.
Algunas fuentes de la casa esperan alguna comunicación sobre esto:
«Estamos contentos porque se vaya. Fernández estableció una línea infranqueable para los más veteranos. Impedía la promoción interna y llenó la empresa de gente de fuera, con unos sueldos desorbitados, empezando por el suyo de 240.000 euros»
«Esperemos que se vayan con él. Han venido a hacer un modelo de televisión que ya no se va a hacer. Tienen contratos de dos o tres años, así que su futuro es una decisión de Oliart»
Su marcha también ha dejado confusión entre los consejeros. Fernández se ha despedido de ellos con una reunión extraordinaria, rápida y cordial. No ha habido reproches, pese a que algunos le tachan de irresponsable.
Fuentes del Consejo de RTVE explican que no saben qué vendrá ahora y que apenas tienen información sobre el nuevo presidente, que será nombrado la semana que viene. Se sabe el nombre, la edad, y poco más. Ni siquiera se conoce cuánto durará su mandato.
Hasta ahora, Oliart no se ha puesto en contacto con nadie de RTVE.
«No debe. Primero tiene que ser nombrado»
«No sabemos nada sobre su nombramiento. Es probable que sólo le nombren por tres años, para que complete el mandato de Fernández»
El presidente debe tomar decisiones y en sus manos está un voto facultativo, que pesa más que el del resto de consejeros.
Otro interrogante que deja Fernández es la renovación del Consejo. Nadie había previsto que coincidiera con la marcha del presidente y, además, con el nuevo modelo de financiación. El 15 de enero era la fecha establecida para renovar 6 de los 12 miembros del Consejo.
TRABAJADORES
En cuanto a los trabajadores, el ya ex presidente de la corporación se ha tomado unos minutos para despedirse de los representantes, con los que ha tenido problemas durante su gestión en los últimos años y a los que ha pedido disculpas por «los errores que haya podido cometer».
También ha convocado una rueda de prensa para hacernos creer que él nunca tuvo ni un más ni un menos con María Teresa Fernández De la Vega y que la ley de financiación que le colaron no deja ninguna cicatriz de apuñalamiento. Ha presentado su renuncia como el cierre de «una intensa etapa».
«La nueva financiación de RTVE no es la razón de mi marcha, como se ha publicado»
EL NUEVO NO ES BIENVENIDO
Los trabajadores esperar ahora en pie de guerra al nuevo presidente. La Federación de Sindicatos de Periodistas rechaza que PP y PSOE hayan pactado bilateralmente al candidato y que, en un momento de profundos cambios, se haya elegido a una persona sin ninguna experiencia en el sector.
«No ponemos en duda su probada dedicación al servicio público como político o su carácter dialogante pero eso no garantiza que sea la persona adecuada para dirigir una corporación tan compleja»
También considera una incoherencia que RTVE haya prescindido de todos sus trabajadores con más de 52 años y que ahora el Gobierno y el PSOE hayan acordado con el PP, «sin contar con los demás grupos parlamentarios, designar a una persona de 81 años».
Oliart será el patriarca de un clan en el que no hay nadie que le supere por edad pero sí en experiencia.
