Cebrián sin la "novia" que se ha ido con otro está abocado a pactar con Berlusconi.
La guerra del fútbol en televisión y la necesidad perentoria de PRISA de poner en marzo-abril 1835 millones de € para pagar parte de su deuda son el punto de partida necesario para comprender el cómo y el por qué de las alianzas empresariales de las que se habla estos días.
Mientras tanto, el acuerdo que todavía se estudia entre Antena 3 y La Sexta se cuece lentamente al no existir una necesidad acuciante como en el acuerdo de PRISA. De hecho, entre Antena 3 y La Sexta no hay nada firmado y puede que no lo haya antes de un año.
Cuando la batalla por los derechos de emisión del fútbol entre La Sexta y Prisa (propietaria de Cuatro) estaba en su momento álgido con el Gobierno en medio de una guerra entre aliados; el Grupo Antena 3 inicia las conversaciones con Roures para una posible alianza. Prisa, entonces, buscaba compradores para Digital + y vendía partes de sus empresas (p.ej. el 25% de Santillana).
Si no puedes con tu enemigo… Cuatro y La Sexta deciden tantearse para que la fusión sea entre ambas. Controlarían las emisiones de fútbol entre Roures y Cebrián y sumarían activos dos cadenas jóvenes con aspiraciones y PRISA buscaría una salida a su problema. En ese momento Antena 3 se levanta de la mesa de negociaciones, por un tiempo.
En agosto de 2009 las conversaciones se rompen. Cuando dos empresas en una situación y envergadura similar se tratan de poner de acuerdo en una operación de alianza surgen diferencias sobre la cuota de poder que le correspondería a cada una.
Antena 3 regresa con La Sexta y siguen conversando.
Por otro lado, a inicio de curso, en septiembre, en PRISA sigue molestando el delicado asunto de la deuda. En marzo o abril de 2010 el grupo de Cebrián deberá abonar los más de 1835 millones de € de la cancelación de parte de su deuda de 5000 millones de €.
La venta de partes de empresas de PRISA no ha ido mal pero esto tiene un efecto perverso. Si vendes parte de tus activos, tus ingresos futuros disminuyen automáticamente.
Fuentes cercanas a las empresas citadas en este artículo, explican que en ese momento, PRISA (Cuatro) «se queda sin la novia que más le gustaba» (La Sexta). Y teniendo en cuenta que Antena 3 nunca se sentó a hablar con PRISA y que las negaciones con La Sexta vuelven a fluir, Cebrián admite que se le acaban las opciones.
En ese momento, a Cebrián no le quedó otra que pactar con Berlusconi.
El italiano llega a España en la situación que le gustaría a todo empresario. Va negociar con una empresa que está en una situación delicada y, por ende, más débil. Cebrián quiere que Mediaset (propiedad de Berlusconi) le dé el dinero pero mantener el control sobre Cuatro. El italiano le dice que no.
PRISA rompe las negociaciones en un primer momento. Pero el vencimiento de casi 2000 millones de € para el primer trimestre de 2010 le obliga a dar marcha atrás. Al final, Cuatro se queda con un control sobre el 18% de sí misma lo que, ni siquiera, le dará el control editorial sobre sus informativos.
Con estos antecedentes, sobre el futurible acuerdo que ahora tendrá que ser admitido por las entidades reguladores pertinentes nadie se refiere a él como fusión cuando es una compra en toda regla de Telecinco sobre Cuatro para tratar de salvar PRISA.