Oliart se ha comprometido a presentar al Consejo un plan con medidas concretas para reducir la externalización de programas y aumentar la producción interna
Oliart quiere analizar si es conveniente trasladar la actual sede de RTVE a otro lugar. Los motivos: las dificultades que atraviesa el sector inmobiliario en España.
El emplazamiento ya está elegido (Finca de Retamares, en la madrileña localidad de Pozuelo de Alarcón) e incluso se han firmado ya protocolos de actuación con las administraciones locales.
PIDE MÁS TIEMPO PARA MEDITAR
Pero Oliart quiere hacer las cosas bien. Por eso el Consejo de Administración del grupo estatal ha solicitado un estudio detallado sobre la situación real del cambio de edificio.
Y ayer era la fecha elegida para que el presidente de RTVE arrojara alguna luz al respecto. Alberto Oliart, sin embargo, pidió más tiempo a los consejeros, con el objetivo de informarse a fondo e incluso replantearse la conveniencia de ejecutar el cambio en unos momentos como los actuales.
El Proyecto Nueva Sede se remonta a marzo de 2007. Fue entonces cuando Luis Fernández, tras hacer partícipe al propio Consejo de esta iniciativa, anunció al Parlamento (20 de marzo) y a los trabajadores de RTVE (carta del 22 de marzo) la necesidad de:
«Reagrupar en un solo edificio todos los servicios y medios que la Corporación tiene en Madrid».
Desde aquella fecha, el Consejo puso en marcha una serie de medidas -entre ellas la formación de una Comisión de Seguimiento y Control y la creación de una Oficina Técnica del Proyecto- para avanzar en el complejo proceso.
CONVERSACIONES CON LOS SINDICATOS
Por otra parte, durante el Consejo de Administración de ayer tarde también se decidió que Silvia García Malsipica, jefa de Gabinete de Oliart, lidere las conversaciones con los sindicatos. Junto a García Malsipica formarán parte del grupo negociador Marta Breto, directora de Recursos Humanos de la Corporación, y Jaime Gaiteiro, director general corporativo.
Oliart se ha comprometido a presentar al Consejo un plan con medidas concretas para reducir la externalización de programas y aumentar la producción interna, tal y como piden los sindicatos, procedimiento que, sin duda, avanzaría en la consecución del nuevo convenio colectivo de la Corporación.
