Nos tuvimos que trasladar a un piso más pequeño para que yo pudiera ir. Por eso quiero ganar, para compensarle
La nueva revelación del concurso británico Britain’s Got Talent, Chris Stone, ha confesado, una vez pasados los nervios y la eliminatoria, que estaba tan desesperado por ir a la universidad y a la escuela de música que su familia tuvo que vender su casa para poder hacer frente a la matrícula, tal y como recoge el diario británico Daily Mirror en Britain’s Got Talent: Accountant Chris Stone’s dad sold family home to pay music college fees.
El británico de 28 años, que interpretó una versión de la canción María del musical West Side Story, confesó la deuda que tiene con sus padres:
«Las tasas fueron de 33.000 libras al año. Mi padre me animaba a estudiar aunque no se lo podía permitir. Nos tuvimos que trasladar a un piso más pequeño para que yo pudiera ir. Por eso quiero ganar, para compensarle»
Mis padres vendieron «una preciosa casa de tres dormitorios con un gran jardín» y se trasladaron a un piso pequeño con solo dos dormitorios para que éste pudiera cumplir su sueño. No todo salió como esperaban ya que cuando cumplió los 20 años dejó la escuela de música porque las tasas eran excesivas. Quizá ahora pueda cumplir su sueño y el ser el próximo Susan Boyle.
