Cuatro miembros de la Junta Directiva de la Academia de Televisión, Ángel Blanco, Pastor Lorenzo, Rafael García Loza y José Luis Campos, han presentado su dimisión por «discrepancias con la línea marcada por la actual Junta», presidida por Manuel Campo Vidal, a la que acusan de haber practicado el «clientelismo» en los últimos años.
«La ignorancia continuada a las sucesivas propuestas presentadas, así como la desconsideración hacia algunos de los integrantes de la Junta sostenida a lo largo del tiempo, ha determinado esta decisión de dar por concluida la presencia en la actual junta directiva», indicaron hoy en un comunicado.
Estos cuatro profesionales echan en falta una academia que sea una «institución aglutinadora de todos los profesionales del mundo de la televisión en España», alejada del «clientelismo practicado en el funcionamiento ordinario de la institución en los últimos años».
«Los fines de la Academia de Televisión están por encima de personalismos coyunturales, deben ser acordados entre todos y ser cumplidos con rigor y transparencia por respeto a todos los profesionales, empresas e instituciones del mundo de la televisión que integran esta academia», agregan.
Los dimisionarios aducen también su desacuerdo con la «falta de rigor en la organización de la gala de entrega de los premios anuales, que ya el año pasado se vivió de manera desafortunada con la gala 2009». Reprochan al equipo ejecutivo que dirige Campo Vidal que no tenga «capacidad de ser la referencia en estos eventos, como debería ser como organizadora, ni tener la capacidad de negociar y asegurarse anualmente la retransmisión con ninguna cadena de las generalistas, ni siquiera con la pública como se ha hecho con los Premios Goya o los Max de artes Escénicas». Este año, pese a que la academia ofreció gratis la señal institucional, la ceremonia sólo pudo verse por un canal nacional, Veo TV; por el canal autónomico extremeño y el local de Vocento 10, así como por varios medios de Internet.
En una nota, la academia expresó su «respeto» por la dimisión de cuatro miembros de la Junta Directiva, que recuerdan que está «compuesta por veinte académicos» que toman decisiones de forma «democrática».
«Cualquier académico está en su derecho de presentar una candidatura a la próxima Junta Directiva. Sería deseable que el proceso electoral se viva con respeto a la institución y a los profesionales para preservar los progresos realizados por la Academia en estos cuatro años (incremento de académicos de 600 a más de mil, organización de los Debates, compromiso con la TDT, publicaciones, etc.)».
