El pasado viernes dos equipos de los informativos de Antena 3 hacían las maletas con destino al Sáhara Occidental. Para entonces la tensión entre Marruecos y los medios de comunicación españoles llegó a un punto crítico. Tras la expulsión de corresponsales, las autoridades impidieron la entrada en el Sáhara Occidental a un grupo de nueve periodistas españoles procedentes de Las Palmas. Entre ellos sólo estaba uno de los grupos enviados por la cadena de Planeta.
El segundo equipo formaba parte de un arriesgado «Plan B» cuya historia han relatado a Periodista Digital fuentes de los Servicios Informativos de la cadena. Al mismo tiempo que los nueve periodistas se quedaban en tierra, otro avión conducía a la antigua ciudad de Villa Cisneros (hoy Dakla en Marruecos) al segundo grupo. Nadie sospechó, en aquel momento, la naturaleza del viaje.
En el mismo aeropuerto, pertrechados con el equipo técnico para realizar las conexiones con España, contactaron con una persona natural de El Aaiún. Éste sería su enlace, intérprete y «facilitador». Se montaron en un vehículo para recorrer los 600 kilómetros de desierto que les separaban de la noticia.
Lo más duro fueron los controles que tenían que sortear cada 80 kilómetros. Cada vez que se detenía el vehículo el enlace en Marruecos se encargaba de hablar con las autoridades y conseguir pasar desapercibidos.
A pesar de las cautelas en uno de esos controles se quedaron sin cámara y los policías marroquíes dieron por terminada la expedición de aquellos periodistas que, sin su principal herramienta de trabajo, no podrían mostrar al mundo la atmósfera real de un conflicto pre bélico consecuencia del desmantelamiento de forma violenta y por la fuerza del campamento de Gdaim Izik, donde más de 20.000 saharauis habían instalado sus jaimas para reivindicar sus derechos.
Desde el momento en que llegaron a El Aauín se pudieron ver imágenes de lo que allí ocurría gracias a un teléfono móvil equipado con la tecnología necesaria para enviar imágenes vía satélite.
El grupo de periodistas que este lunes 15 de noviembre de 2010 se refugia en algún lugar de la ciudad saben que el tiempo juega en su contra. Podrán realizar su trabajo hasta que, como ha pasado en otras ocasiones, alguien consiga rastrear su línea telefónica.
Saben que están es una situación prebélica donde las autoridades españoles no pueden darles amparo. El consulado español en Marruecos no puede usar ningún arma diplomática porque están en territorio del Sáhara Occidental y si intervienen estarían legitimando el poder marroquí sobre este territorio.
Y saben que las autoridades marroquíes están tras su pista porque durante todo el domingo las televisiones del país han mostrado imágenes de Antena 3 vertiendo acusaciones de manipulación.
Pero de momento, la noticia seguirá llegando desde El Aauín después de un viaje de 600 kilómetros por el desierto.