El popular presentador ha estado trabajando en la CNN 25 años

Larry King se despide entre lágrimas en su último programa

Obama y Clinton se unen a la despedida de Larry King

El ex gobernador de Nueva York Mario Cuomo fue el primer invitado de King en el programa el 1 de junio de 1985

El punto y final del programa de entrevistas «Larry King Live», marca un hito en la historia de la televisión estadounidense, que despide así a uno de sus presentadores más peculiares, reconocidos y reconocibles, convertido desde hace años en todo un icono.

Este jueves, 16 de diciembre de 2010, King cuelga los tirantes. Han sido más de 25 años al frente del «show» y alrededor de 50.000 entrevistas. Pero no es un adiós, sino un hasta luego, porque su ronca voz reaparecerá ocasionalmente en el canal CNN para presentar algún especial sobre asuntos nacionales o internacionales.

El último programa ha sido una noche especial para el veterano entrevistador. La cadena tenía reservadas varias sorpresas para el último programa, en el que personalidades de renombre en la televisión norteamericana como Ryan Seacrest y Bill Maher acompañaron a King en el plató, mientras otros catorce invitados -políticos, comediantes, periodistas y artistas- intervinieron desde distintas ciudades del país.

El ex gobernador de Nueva York Mario Cuomo sea uno de ellos. Cuomo fue el primer invitado de King en el programa el 1 de junio de 1985.

Esta semana acudieron al programa como invitados el presentador Conan O’Brien, el dúo de country The Judds y la actriz Barbra Streisand, días después de haber contado con nombres como Mike Tyson, Al Pacino o Vladimir Putin.

«Es el fin de una era (aguantad las lágrimas)», sostiene la CNN en su portal oficial. «Larry cuelga sus tirantes tras 25 increíbles años en CNN. Tenemos unas cuántas sorpresas para él y para vosotros. ¡No os lo perdáis», añade.

King ha protagonizado momentos inolvidables, incluido el seguimiento que llevó a cabo los días posteriores a la muerte de Michael Jackson, la cobertura en torno al juicio de OJ Simpson o el momento en el que Oprah Winfrey anunció su apoyo a Barack Obama como candidato presidencial.

Fue en junio cuando King, que ha entrevistado a los personajes más importantes de la política y el espectáculo de todo el mundo, dio a conocer que cesaría en sus funciones. Su objetivo parecía claro: quería dedicar más tiempo a su familia. Pero hay quien sostiene que el verdadero motivo fue la caída de la audiencia.

Si bien fue líder en su franja horaria durante mucho tiempo, actualmente ocupa la tercera posición, con un promedio de 700.000 espectadores cada noche, por detrás de los espacios de Sean Hannity, en Fox, y de Rachel Maddow, en MSNBC.

Su momento de máximo esplendor fue en 1998, cuando el programa llegó a atraer a una media de 1,6 millones de espectadores. Incluso en 2003 el promedio superaba el millón y medio de espectadores, atraídos por su estilo directo, reflexivo y casi nunca belicoso.

«Hago preguntas cortas, no tengo ninguna pretensión de ser intelectual, no pretendo saberlo todo», dijo hace años King al tratar de describir su forma de acometer las entrevistas, que incluía, según sus críticos, no indagar demasiado ni documentarse a fondo sobre sus entrevistados.

El programa, que desde 1997 se emite desde Los Ángeles tras sus inicios en Washington, en lo que se vio como un giro hacia el espectáculo más allá del análisis político, ha sido el gran vehículo de King, que comenzó como entrevistador en la radio nacional MBS.

Ahora el testigo en la cadena y en su franja horaria lo tomará el periodista británico Piers Morgan, cuyo debut está previsto para enero.

Morgan, de 45 años, anfitrión de varios programas de la televisión británica y conocido en EEUU por su papel de juez en el programa «America’s Got Talent», es famoso por haber extraído detalles personales a rostros populares como el político Nick Clegg, que admitió haberse acostado con unas 30 mujeres, o la actriz Helen Mirren, quien reconoció haber consumido cocaína.

Está por ver si Morgan logrará protagonizar momentos históricos como el beso en la boca que le dio Marlon Brando a King, o si cometerá deslices tan grandes como cuando éste le preguntó al cómico Jerry Seinfeld si había decidido dejar él mismo su programa o, si por el contrario, había sido la cadena quien le despidió.

Seinfeld era por entonces la estrella de uno de los programas de mayor éxito en la historia de la televisión de EEUU.

Genio y figura, King (Lawrence Zeiger, su nombre real) se despide. Y la televisión se pregunta si alguien se atreverá de nuevo a llevar tirantes.

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