Lo que llegó después, en supuesto formato de 'debate equilibrado', fue de aurora boreal
Como ya sucediese hace algo más de un año en su primera visita al plató de ‘La Noria’, Carmen Lomana, decidió este sábado 23 de julio de 2011 echarle valor y hablar de algo más que de sus problemas con los gritones de ‘Sálvame‘ y su vida amorosa, para mojarse con la actualidad política.
CORAZÓN Y VÍSCERAS VARIAS
De lo más elegante, vestida de blanco y con unos impresionantes pendientes, comenzó la noche Carmen Lomana sentándose ante Chelo García Cortés, Kiko Matamoros y Raquel Bollo, para comentar los problemas que desde hace tiempo tiene con los colaboradores del programa de Jorge Javier Vázquez.
Las grabaciones que su ex chófer, Wilson, proporcionó a ‘Sálvame‘, donde la diva televisiva calificaba a Belén Esteban y sus compañeros como «perros de presa», centraron gran parte de esta primera entrevista.
Salvado ese trámite y tras cambiarse de ropa, retornó Lomana al plató para la sección política de la noche.
LA PARTE POLÍTICA
La entrevistaban, además del presentador Jordi González, Melchor Miralles, Isabel Durán y María Antonia Iglesias, especialmente irritada con las opiniones de la que fuese directora de Las joyas de la corona.
Lomana, sin complejos, se mostró especialmente dura con el Gobierno Zapatero y el candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba. Al primero, le culpó de la penosa situación en que había dejado a España.
Al segundo le dio hasta en el carnet de identidad:
«Lleva muchísimo tiempo en el Gobierno, ya hemos visto lo que ha dado de sí. Dicen que es muy inteligente, pero bueno, a lo mejor tendría que demostrarlo. Desde luego, intrigante debe ser bastante. Y Rajoy no tengo ni idea, le doy el beneficio de la duda, cuando gobierne lo veré».
Como había reiterado que nunca militaría en ningún partido y que no mostraría públicamente su apoyo a formación alguna, Iglesias aprovechó para soltarle que no hacía falta que se pronunciara oficialmente, porque políticamente se le veía venir.
Y fiel a sus amigos y pasado, Iglesias le espetó que Rubalcaba debería tenerla como telonera en campaña para demostrar a la gente lo que se avecinaría si ganase el PP.
Y la acusó de ser tan neutral y tolerante como toda la derecha.
Lomana, cansada de los ataques, optó por devolver las descalificaciones:
«Eres muy sectaria como la gente de izquierdas».
Esto último, entre los aplausos de gran parte del público. Iglesias, que intenataba ‘despellejar‘ a Lomana, salió trasquilada del trance, porque no se esperaba una reacción así. Jordi dio entonces por finalizada, tras el rifirrafe, la entrevista.
Pero el ambiente se había empezado a caldear desde mucho antes porque la empresaria también se pronunció sobre la dimisión de Francisco Camps como presidente de la Generalitat Valenciana.
«Yo siempre le dejo a la gente el beneficio de la duda y me imagino que una de las cosas por las que ha dimitido, a parte de allanarle el camino al Partido Popular, es para poder defenderse tranquilamente, sin tener la presión de ser el Presidente de la Generalitat».
Y concluyó sentenciando:
«Creo que lo que ha hecho está muy bien, ha sido un signo de valentía y de generosidad para su partido».
LA EMBOSCADA A ISABEL DURÁN
Lo que llegó después, en supuesto formato de ‘debate equilibrado’, fue de aurora boreal.
Era evidente que después de haber pinchado en hueso varias veces con el embrollo de los trajes y las acusaciones contra Francisco Camps -unas porque Isabel Durán desarboló al supuesto sastre y otras porque quedó en evidencia que el ex presidente valenciano sale del poder más pobre de lo que entro, lo que no s epuede decir de notables líderes socialistas- los guionsitas de ‘La Noria’ prepararon a conciencia las cosas.
Empezaron metiendo de rondón a Melchor Miralles, al lado de Isabel Durán y Celia Villalobos, conscientes de que el ex periodista no dejaría pasar la ocasión -después de haber hecho pingües negocios con Canal 9- de sacudierle a Camps, lo que desequilibraría el debate.
Colocaron del otro lado, juanto a María Antonio Iglesias, al ex portavoz del PSPV Ángel Luna -que iba decidido a atacar a Durán- y a carmelo Encimas.
Y para colmo, como telón de fondo, urdieron un pintoresco golpe escenográfico: para ilustrar visualmente el debate sobre Camps y los trajes de la trama Gürtel, sembraron el plató con 12 maniquíes, 12 trajes, 12 chaquetas.
El tono lo marcó Jordi González que decía:
«Esta imagen es la que mejor representa el tema de la semana: uno, dos, tres, cuatro… ¡así hasta una docena de trajes como estos son los que han provocado la caída de Camps!».
Y la cámara -dirigida por el realizador- ofrecía un sugerente recorrido sobre aquellos 12 maniquíes.
Todo muy pensado y aparentemente divertido, lo que llevó a a alguno como el socialista Luna, muy necesitado de respaldo después del desastre que los socialistas valencianos han sufrido en las urnas, a perseverar en el error.
Indiferente al batacazo electoral que se dio en la Comunidad Valenciana el 22-M y tratando de obviar que Camps les ganó por mayoría absoluta y amplió el número de diputados populares, los del PSPV parecen dispuesto a seguir exprimiendo el caso de los trajes.
Parecen no haberse enterado de que Camps ha dimitido, decidido a ir a jucicio y reiterando su inocencia, y de que José Bono, Manuel Chaves y el propio Luna tienen bastante que ocultar.
Ángel Luna que, ahora, ostenta un cargo más institucional en la Mesa de la Cámara autonómica que la primera vez que fue a ‘La Noria’ y lo corrieron en pelo recordándole la corrupción de su partido y sus negocios con constructores como el alicantino ortiz, intentó acorralar a la periodista Isabel Durán.
Le preguntó cuánto cobraba por el programa que presenta en Canal 9 o lo que cuesta el programa.
Isabel le dio lo suyo, pero algunos no aprenden.