«El factor Scarpetta», la penúltima entrega de la saga protagonizada por Kay Scarpetta, llega hoy a las librerías españolas mientras la prolífica Patricia Cornwell trabaja ya en nuevas aventuras para su perfeccionista y atractiva doctora forense, esta vez con el terrorismo como telón de fondo.
«El factor Scarpetta es muy entretenido porque pasan muchas cosas a la vez: Está ambientado en el gran escenario de Nueva York, habla de la crisis, aporta detalles desconocidos sobre Lucy Farinelli, hay una magnate financiera desaparecida y alguien aparece muerto en Central Park con un extraño reloj», explicó a Efe una de las escritoras de misterio con mayores éxitos de ventas.
En una entrevista Cornwell explicó que a todo ello se une «mucha tecnología, interesante ciencia forense y una trama muy complicada», señas de identidad todas de esta saga, que se dice inspiradora de toda una nueva ola de novelas, películas y series de televisión centradas en el trabajo de investigadores forenses.
«El lector ve Nueva York a través de los ojos de Scarpetta, justo después del derrumbe económico», explicó Cornwell, quien residía en la Gran Manzana cuando escribió esta entrega, que llega hoy a España de la mano de Ediciones B: «Pude ver cómo estaba la ciudad y me quedé muy impresionada. Eran navidades y nunca la había visto tan mal».
Al respecto explicó que «los grandes carteles publicitarios estaban vacíos, porque nadie pagaba por publicidad» y que sintió la necesidad de reflejar «esa realidad» en su novela.
Por ello, la irresponsable sobrina de Scarpetta, Lucy Farinelli, «sufre una terrible pérdida económica porque alguien hace algo deshonesto», lo que también permite a esta novelista contar parte de la historia de este personaje, del que hasta ahora no se sabía muy bien cómo había conseguido la comodidad económica de la que goza.
Cornwell se ha mudado a Massachusetts y allí trabaja ahora en la décimo novena entrega de una saga con la que comenzó hace ya veinte años y de la que sin embargo no se cansa: «Mantengo con mis personajes algo parecido a una relación sentimental. Los cuido todos los días un poquito y ellos lo agradecen».
En su próximo libro, la escritora, nacida en Miami -igual que su personaje de Scarpetta, que está previsto que sea encarnado en el cine por Angelina Jolie-, aborda uno de sus «mayores temores: el terrorismo».
«Para mi el terrorismo es el delito moderno al que más deberíamos temer, no sólo el que procede del extremismo, sino el de quienes causan terror entre el público; el de esos lobos solitarios que compran un arma, deciden repartir balazos entre las masas e infunden el miedo en todo el país. Uno cree que ya no puede ir a la compra a salvo», consideró.
Para Cornwell esta es una temática novedosa, porque también responde a «una nueva serie de problemas» que afronta Estados Unidos: «Cuando Scarpetta nació, hace 20 años, el mayor peligro sobre el que podía escribir era sobre un asesino en serie que entra por la ventana».
«Por entonces -explicó- no se te ocurría pensar en sucesos como el tiroteo de Tucson (Arizona)» de comienzos de mes, en el que murieron seis personas y catorce resultaron heridas, entre ellas la congresista Gabrielle Giffords.
En su opinión, para eliminar esta «creciente tendencia» -que Cornwell califica de «aterradora y bastante exclusiva de EE.UU.»- habría que cambiar las leyes para dificultar el acceso a las armas y exigir una formación previa, similar a la del carné de conducir.
«Siento decir que la gente también debe preocuparse más por lo que hace el vecino. No digo que todos nos convirtamos en policías del prójimo, pero sí estar pendientes y si se ve algo raro reaccionar, y no mirar para otro lado», apuntó la escritora, quien lamenta igualmente que su país esté «mandando tropas por todo el mundo y, mientras, reduzca su propia protección policial».
La escritora, que reconoce que ya prácticamente no compra libros impresos y que prefiere leer en su iPad o su Nook, es una apasionada de los programas policíacos basados en hechos reales y reconoce haber disfrutado con «El código Da Vinci», pero no ve ni lee las series o novelas que muchos dicen que su trabajo ha inspirado.
«Sólo vi un capítulo de CSI porque todo el mundo me decía que tenía que verlo. No me desagradó, pero es que en general no veo esas cosas, y tampoco quiero dejar que me influya en mi obra», explicó la escritora de 54 años, quien sin embargo, sí está enganchada a la serie «Dexter», cuyo protagonista también es un forense.