Jáuregui ve a la Corporación como el “medio más veraz”
La escapada del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a Roma para participar en un encuentro con países mediterráneos de la UE dirigido a analizar el impacto migratorio de las revueltas que se están produciendo en algunos países árabes no hizo que su nombre estuviera ausente de la sesión de control al Gobierno que se celebró ayer. Todo lo contrario.
El PP denunció en sede parlamentaria la existencia de un equipo de trabajadores en el seno de Televisión Española (TVE), al que se le ha encomendado cumplir la «operación salvar al soldado Rubalcaba»; esto es, quitar trascendencia a la responsabilidad del vicepresidente primero en el caso del chivatazo policial a ETA durante la tregua-trampa de 2006.
El diputado popular Ramón Moreno exigió al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que explicase la relación del Gobierno con ese equipo de investigación de TVE, «que anuncia detenciones de terroristas en el momento en que se producen o incluso antes». «¿Por qué algunos de sus responsables aparecen en la instrucción del caso Faisán?», agregó.
Connivencia
Asimismo, el portavoz del PP en la Comisión Mixta Congreso-Senado de control de RTVE aseguró que «es imposible que sin la influencia, la presión o las indicaciones del Gobierno, un medio como TVE ignore sistemática y metódicamente el caso Faisán o que se refiera a él en unos términos tan ramplones e intolerables como lo de ser una mera disputa partidista». De esta manera, el diputado popular denunció el «apagón informativo» que sobre los hechos relacionados con la instrucción del soplo está protagonizando TVE, así como los «engaños, ocultaciones, argucias y manipulaciones» que encadena la Corporación. Como prueba de ello, hizo mención a que de un análisis efectuado sobre 24 informativos, sólo en 11 se informó del chivatazo y fue «de pasada o entre otras noticias». «Ustedes han puesto a funcionar la operación Salvar al soldado Rubalcaba», incidió.
Por su parte, el ministro de Presidencia negó las acusaciones de Moreno esgrimiendo que son «palabrería, retórica vacía e insultos». Jáuregui se esforzó en manifestar que el Gobierno «ni quiere ni puede» orientar los informativos de TVE, aunque a veces no le gusten sus contenidos. Dicho esto, sacó pecho de la nueva ley de televisión y recalcó que el Gobierno «no tiene ninguna intervención en los telediarios». Eso sí, el ministro no dudó en traer a colación el caso Gürtel pese a que el objeto de la pregunta versaba sobre el tratamiento informativo del chivatazo al aparato de extorsión de ETA.
«No decimos a nadie de qué tiene que hablar, ni mucho ni poco ni nada. Ni de Gürtel, ni de Boadilla ni de (Francisco) Camps», apuntó. Acto seguido, Jáuregui calificó a la Corporación como el medio de comunicación «más veraz, más objetivo y mejor valorado por la ciudadanía». No fue este el único rifirrafe que tuvo el caso Faisán como objeto de discusión.
Antes de que lo hiciera Ramón Moreno, interpeló al Gobierno sobre este episodio su compañero de filas el diputado del PP Ignacio Cosido. El portavoz de Interior del Grupo Parlamentario Popular instó al ministro de Justicia, Francisco Caamaño, a que expusiera las razones por las que el Gobierno tiene «tanto miedo» a que se descubra «la verdad».
Así, en su intervención emplazó al Ejecutivo a que no continué considerando el soplo policial a la banda asesina como una cuestión «menor» sino como «uno de los principales desafíos» que afronta el Estado de derecho.
Demagogia
No obstante, Cosidó puso especial énfasis en que Caamaño no condujera su réplica por el mismo camino que había seguido Rubalcaba la pasada semana, cuando culpó al PP de no querer que vaya bien la lucha antiterrorista. Por ello, le reclamó que no ligara la responsabilidad política con «la mentira y la traición» al Cuerpo Nacional de Policía ni que sugiriera que el principal partido de la oposición no desea el fin de ETA.
«No haga esa insinuación porque eso no sólo socava cualquier consenso en política antiterrorista, sino por un mínimo respeto a mis compañeros de partido que fueron asesinados por defender la libertad», concluyó.
Originalmente publicado en La Gaceta.