El Gran Wyoming aprovechó el pregón que dio para los congregados en Chueca con motivo del arranque del orgullo gay para arremete contra todas sus fobias, es decir, la competencia televisiva, Telecinco, el Partido Popular y, sobre todo, la Iglesia Católica. Eso sí, el presentador de El Intermedio no se desplazó hasta el popular barrio madrileño, sino que conectó en directo desde el plató de laSexta y su mensaje pudo ser seguido a través de una gran pantalla.
El humorista arrancó desde el minuto cero con sus aceradas críticas:
Buenas noches Chueca. Gracias masas, aplacad, aplacad. Soy el Gran Wyoming, en directo desde el plató de El Intermedio. Sé que vestido así parezco Jesús Vázquez. Sí, y ojalá lo fuera, y no lo digo por sus abdominales, sino porque añoro volver a trabajar en Telecinco.
Cierto es que también tuvo algún momento de autofustigamiento:
Españoles, españolas, Alberto de Mónaco, antes que nada, decir que es un honor pronunciar el pregón del orgullo.Quiero dar las gracias en todos los que han pensado en mí para hacerlo. Es curioso como me ha cambiado la vida. Antes la gente se preguntaba si en persona era tan feo como en la tele, desde que hago El Intermedio lo que se preguntan es que como siendo tan feo puedo ser tan maricón. ¿Qué puedo decir de mi sexualidad? Que es poca. Pero si alguno se está preguntando cuál es mi verdadera orientación sexual, os recuerdo que esto es la televisión y que las cosas importantes se cuentan después de la publicidad.
Pero, cómo era de esperar, en cuanto entró en calor, empezó a zurrar a manos llenas al PP y a la Iglesia:
En cualquier caso, no estamos aquí para hablar de mí, sino de vosotros. Mucha gente se pregunta todavía por qué hay que salir a la calle a expresar públicamente el orgullo de ser gay, lesbiana, transexual o bisexual. Curiosamente, es la misma gente que no se pregunta nunca en Semana Santa por qué hay que salir a la calle siete días seguidos para expresar públicamente el orgullo de ser católico. Yo sí creo que hay razones para que estemos aquí. Hoy mismo hemos contado en el programa que Amnistía Internacional ha alertado de que en cinco países ser homosexual está castigado con la pena de muerte y en otras 76 naciones las relaciones gays está consideradas como ilegales. Así que creo que está perfectamente justificado salir a la calle por dos razones: Una, podemos seguir vivos después de hacerlo y dos, así a la gente a la que le jode se va acostumbrando.
Hizo chanza sobre las discriminaciones que sufren las mujeres a manos del clero:
Sé que el orgullo es mucho más que una fiesta. Es una ocasión para recordar que este colectivo sigue viviendo situaciones de discriminación y desigualdad y no es retórica. En pleno siglo XXI, aún existen en nuestro país instituciones como la Iglesia que, históricamente, se ha mostrado en contra de los derechos de las lesbianas, gays, transexuales y bisexuales y otras hierbas. Pero no lo toméis como algo personal. A las mujeres hetero, también las discriminan. Pero afortunadamente existe Dios y se ha hecho justicia. En venganza, ha hecho que cada vez que Rouco Varela salga a la calle lo confundan con Paco Clavel. De todos modos, hay que reconocer el esfuerzo de la Iglesia Católica por revisar sus posiciones. Hoy mismo, han anunciado que ser fan de Ricky Martin no es pecado si sólo te gustan los siete primeros discos.
Y remata a los populares, a los que clasifica poco menos que de intolerantes y señoritos:
En este país, hemos visto como la gente se ha manifestado para impedir que un sector de los ciudadanos tuviera los mismos derechos que ellos. De la Iglesia nos lo podíamos esperar, pero no de un partido democrático. Querer negar a un colectivo derechos fundamentales porque no les gusta la palabra matrimonio es, además de una excusa, una excusa muy mala. Es como si ahora que se ha aprobado que las empleadas del hogar estén en la Seguridad Social, un partido se manifestase en contra porque no admite que se llamen empleadas del hogar lo que ellos consideran chachas.
