El programa «Salvados», presentado por Jordi Évole, «El Follonero», regresa a las noches del domingo en La Sexta para sacar punta a realidades «sobrevoladas por la crisis» y encontrar financiación de la Qatar Foundation, «igual que el Barça».
La próxima temporada se presenta «movidita» con elecciones generales, el movimiento 15M «vivito y coleando», el décimo aniversario del atentado contra las torres gemelas… y Évole confiesa en entrevista con Efe que es difícil seguir «sorprendiendo al espectador», pero que el programa viene cargado de temas.
No es tarea fácil llevar a cabo «Salvados», pues a diferencia de otros programas «no tiene secciones, cada semana se cuenta una historia diferente y lo importante es cómo le llega al espectador».
A las historias que cuenta Évole se las adereza con una fórmula mágica que consiste en complementar «ironía, humor y periodismo».
Aunque el presentador siempre ha sido conocido como «El Follonero» por el papel que interpretaba en el programa de su amigo y jefe Andreu Buenafuente, está muy motivado por el periodismo y la honestidad en la información.
Quizá por eso reconoce que el programa ya cambió durante la última temporada y dio un giro «hacia la información, con menos risas pero contando más cosas».
Para su primer espacio de esta nueva temporada, el equipo de «Salvados» se ha trasladado a Catar, un país que presume de no tener crisis, y que cuenta con la mayor renta per cápita del mundo.
Évole cuenta que el 75% de la población son inmigrantes que viven hacinados en la periferia y ganan menos de 200 dólares al mes, mientras que los cataríes tienen una vida «a todo lujo».
Un país de contrastes, en el que la diferencia de clases «es de blanco o negro». Algo que dista mucho de lo que afirmó el presidente del F.C. Barcelona, Sandro Rossell, cuando presentó a la Qatar Foundation como la nueva «financiación del equipo y habló de Catar como un país en el que todo el mundo es feliz», destaca Évole.
Y es que, «la llegada de petrodólares al fútbol español, cuanto menos, mosquea a mucha gente», afirma el presentador.
«Salvados» visitará los lujosos barrios de rascacielos y los centros comerciales más exclusivos de Doha «donde se puede comprar desde una joya en Tiffany’s hasta un Porsche» y también irá a la Qatar Foundation para pedir «patrocinio para el programa y así salvar a Salvados de su propia crisis».
A pesar de un primer programa emplazado en el Oriente Medio, Évole adelanta que la temporada va a estar centrada en problemas que ocurren en nuestro país, «siempre sobrevolados por la crisis».
En una parrilla televisiva cada vez más rosa, el presentador también ha querido destacar el compromiso que el periodismo tiene con la sociedad. «Somos espectadores que tienen las ventanas para enseñar lo que vemos», subraya.
Este catalán de 37 años reconoce haber tenido mucha suerte por poder elegir qué temas tratar en su programa y denunciar «situaciones que nos rodean», aunque afirma que cada vez cree menos en la objetividad, porque cada uno «tiene su punto de vista».
Su sueño laboral para el futuro pasa por elaborar una «película documental», porque la producción de televisión exige «mucha inmediatez» y le gustaría poder «profundizar y cerrar mejor algunos temas».
De momento, el presente le une a «Salvados» cada domingo por la noche para acabar la semana con un poco de cordura y humor.
