Tener razón y ganar un debate son dos cosas muy distintas, como demuestra lo ocurrido entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro
El Partido Popular ya ha decidido aceptar dos debates televisados en campaña entre su candidato, Mariano Rajoy, y el ex vicetodo y número uno de las listas del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Populares y socialistas aún no se han puesto en contacto para abordar la cantidad de debates, su lugar y su formato, pero en la sede nacional del PP dan por hecho que finalmente serán dos cara a cara.
«Los va a ganar», auguran con convicción en el PP, donde consideran que los debates son «una necesidad de cara a los ciudadanos» que no pueden obviar ante unos comicios.
En Génova no temen la habilidad retórica de Rubalcaba:
«No puede arreglar en dos debates la evidencia del desastre de su gestión durante ocho años».
Los populares lo tienen claro, pero no olvidan que tener razón y ganar un debate son dos cosas muy distintas (ahí está el debate entre el entonces vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el ex número dos de Rajoy, Manuel Pizarro).
Rubalcaba tiene muchísimo que ganar y Rajoy otro tanto que perder. Los cara a cara suponen un posible desgaste para quien parte como favorito y una oportunidad única para quien pierde.
Por tanto, resulta lógico que en Génova más de una voz haya alertado sobre el riesgo, sobre todo cuando se aspira a una mayoría absoluta, e incluso mostrara sus reticencias expresamente a la celebración de más de un debate.
En Génova también preparan con mimo la presentación de la autobiografía de Rajoy, que tendrá lugar en Madrid el próximo día 19.
Un negocio político que ya hace presencia hasta en los actos del Partido Popular (ayer durante la clausura del Foro de Empleo en Las Palmas se habilitó un stand con cientos de ejemplares).