El incunable ‘Propositiones ex omnibus Aristóteles libris Philosophie Moralis’ de 1493 que no figura en ninguna biblioteca pública o los populares ‘Sermones de Tempore e de Sanctis, de San Vicente Ferrer’ de 1499 son algunas de las 50 «joyas» que el Ateneo Mercantil Valenciano saca a la luz por primera vez junto a otros manuscritos y ejemplares únicos entre los que se pueden ver cartas de reyes, ordenanzas gremiales, «rarísimas» crónicas sobre Jaume I y el Cid, la obra de Botánico Cavanilles, la organización de la Inquisición, el trato a los moriscos o derechos forales.
Bajo el título ’50 joyas bibliográficas. La cultura Valenciana al servicio de los ciudadanos’, el Ateneo quiere dar a conocer con esta muestra aquellas obras que «por su singularidad, antigüedad y rareza merecen ser contempladas» y que pretenden contribuir a conocer mejor la historia y cultura valencianas, con lo que el acceso será gratuito de 17.00 a 20.00 de la tarde, hasta el 30 de septiembre.
Para el presidente del Ateneo, José Manuel Botella, que este jueves ha presentado la muestra junto al comisario Rafael Solaz, «no puede existir una sociedad libre sin unos conocimientos mínimos de quienes somos» y estos ejemplares, que abarcan desde el siglo XIV al XX, «recuerdan» a los valencianos que son una autonomía cuyos derechos y deberes ganaron sus antepasados, «nadie nos ha regalado nada», ha remarcado.
Asimismo, «en este momento de crisis» ha querido «hacer una llamada para que no se abandone la cultura, porque lo que se pierda será irrecuperable en el futuro». En este caso, el Ateneo saca la luz una selección de 50 de sus 52.000 fondos bibliográficos, que incluyen 240 manuscritos, dos incunables, 232 ejemplares únicos en España y 235 únicos en la Comunitat Valenciana o con muy pocos ejemplares, la mayoría de ellos adquiridos por la institución de la biblioteca de Francisco Almarche en 1929.
Entre las «rarezas» que se podrán contemplar, el primer libro que existe sobre la filosofía aristotélica, ‘Propositiones ex omnibus Aristóteles libris Philosophie Moralis’ (1493), un ejemplar único en el mundo de los ‘Sermones de Tempore e de Sanctis, de San Vicente Ferrer’ (1499), el derecho foral valenciano recogido en libros como ‘Fori Regne Valentiae’ o los ‘Furs de Valencia’ de 1547.
Junto a ellos, ordenanzas gremiales valencianas o misivas de reyes como una carta de Felipe III sobre el Monasterio de San Miguel de los Reyes, otra en la que se nombra a un caballero, o manuscritos como el que en 1515 escribe Luis Alemanya para recoger los privilegios de los monarcas del antiguo reino de Valencia.
Asimismo, figuran las instrucciones a la Inquisición valenciana sobre cómo tratar a los moriscos convertidos o las condiciones que deben reunir aquellos valencianos que quieran formar parte de esta institución, que precisamente retiró de la circulación un libro de Quevedo que ahora reaparece entre los fondos del Ateneo.
No faltan crónicas de las que es «rarísmo» encontrar algún ejemplar, entre las que el comisario Solaz ha resaltado la ‘Crónica del famoso caballero Cid Ruiz Díaz Campeador (1512) en la que se basaron las biografías posteriores, o las referidas a Jaume I: ‘Crónica del rey Don Jaime’ de Ramón Montaner (1562) y la ‘Historia del muy alto e invencible Rey Don Jaime’ en sus ediciones castellana y latina.
Encontramos también fragmentos de obras de comedias y una curiosa muestra de teatro escolar del siglo XVI bajo títulos como ‘Descripción breve e imparcial de la plaza o suntuosa plaza-mercado de Madrid’ de Jaime Salgado (1683) que contiene una gran lámina plegada de 1750 añadida con posterioridad; imágenes grabadas y coloreadas de la tauromaquia, entre ellas un mapa de la plaza de toros de Madrid del siglo XVII, o un Cavanilles de 1795 cuyo valor podría rondar los 15.000 euros, ha calculado Solaz.
COMO EN ‘EL NOMBRE DE LA ROSA’
Estos son algunos de los textos que se podrán ver en muestra y que son solo una pequeña representación de la gran cantidad de «obras de vital importancia para la cultura valenciana y de España» que se guardan en la biblioteca del Ateneo, ha apuntado Solaz.
Para el comisario, ha sido realmente difícil realizar la selección de las páginas que se descubrirían ante los ojos del gran público, pues según ha confesado, se ha sentido «como el protagonista de ‘El nombre de la rosa’ cuando descubre una gran biblioteca en un convento y ante un incendio, no sabe qué libros salvar». En esta muestra se han escogido 50 pero «podían haber sido 500», ha asegurado.
Así, ha alabado el «esfuerzo» de un centro privado como el Ateneo «para divulgar esta gran obra bibliográfica, por su aportación a la cultura valenciana» de la que ha dicho «debemos sentirnos honrados» y en estos momentos de crisis es cuando debe prevalecer el humanismo ante todo», ha concluido.
