'Boardwalk Empire' y 'Downton Abbey' sumaron el mayor número de galardones.
Las series Modern Family y Mad Men triunfaron como mejor comedia y mejor drama del año, respectivamente, en la 63 edición de los premios Emmy de la televisión de EE UU que se celebró este domingo por la anoche en el teatro Nokia de Los Ángeles.
Las producciones Boardwalk Empire y Downton Abbey sumaron el mayor número de galardones, ocho en el primer caso y seis en el segundo.
Modern Family se alzó por primera vez con el título de mejor comedia en 2010 mientras que Mad Men se mantuvo como el drama dominante por cuarto año consecutivo, a pesar de que en esta ocasión apenas se alzó un par de premios de los 19 a los que optaba.
Sabor amargo el que se llevó Boardwalk Empire, serie dramática que empezó la ceremonia con siete premios técnicos ya en el bolsillo y se tuvo que conformar con sumar tan solo uno más que fue a las manos de Martin Scorsese -el primer Emmy de su carrera- por la dirección del episodio piloto.
Inesperado fue también el resultado en las categorías de miniserie y telefilme para las que partía como gran favorito Mildred Pierce, que cosechó el mayor número de nominaciones con un total de 21, y que vio como Downton Abbey le robaba el protagonismo como mejor miniserie del año.
Sorpresas en los premios interpretativos
La sorpresa fue la tónica dominante en los premios interpretativos donde Kyle Chandler se impuso como mejor actor de drama por Friday Night Lights frente a los presumibles favoritos Jon Hamm (Mad Men) y Steve Buscemi (Boardwalk Empire).
Jim Parsons revalidó su éxito del año pasado como mejor actor de comedia por The Big Bang Theory, a pesar de que todo parecía apuntar a una victoria de Steve Carell por The Office.
Por parte femenina, Julianna Margulies sí hizo valer las apuestas que la citaban como ganadora como mejor actriz dramática, mientras que una emocional Melissa McCarthy se llevó contra pronóstico el premio de mejor actriz de comedia.
La anécdota fue la censura de la cadena Fox de Alec Baldwin porque el actor iba a hacer un chiste sobre el espionaje del grupo Murdoch, propietario de la cadena de televisión que emitía los Emmy.