Niega saber algo del cuerpo de la joven sevillana, ni que encubra a su hijo
¿Es legítimo? ¿Es moral? ¿Es legal? ¿Podemos permitir que los parientes de los asesinos hagan caja con los crímenes de sus hijos, padres o hermanos?
Todas esas preguntas flotan siempre en el aire y más ahora, justo despues de que ‘La Noria’, el programa estrella de las noches d elos sábados en Telecinco, consiguiera una tremenda audiencia llevando al plató a la madre de ‘El Cuco’, el menor implicado en el asesinato y desaparición de Marta del Castillo.
«Reconoció los hechos en un primer momento por presiones de la Policía», corea en el plató de La Noria de Telecinco la madre de Javier García, condenado por encubrimiento del crimen de Marta del Castillo, apoyando la versión que ha dado él esta semana en el juicio de Sevilla.
Gafas de sol sobre una melena castaña clara, chaleco sobre camisa negra y botas altas negras sobre pantalón claro. Mueve nerviosamente un anillo de plata colocado en el índice de la mano derecha y se observa el reloj blanco en la otra mano, junto a algunas pulseras de plata.
Escribe Erika Montañés en ABC que fue lo único que se pudo ver la noche del sábado 29 de octubre de 2011 en el programa «La Noria» de Telecinco de Rosalía, a la que llaman Rosalía García, aunque el segundo apellido de su hijo es Marín: Javier García Marín.
Puede que no diga mucho este nombre, que se escribió con iniciales porque era menor cuando fue acusado y condenado a 2 años, once meses de internamiento en un centro de menores y un mes de libertad vigilada.
Su apodo, «El Cuco», es de sobras conocido. «No quiero que me vean por mis padres, ellos son mayores y los quiero proteger, no quiero que nadie tome represalias contra ellos», ha pedido Rosalía para no mostrar su rostro, que se observa tímidamente en algún movimiento y reflejado también en el monitor que acompaña la entrevista.
Quienes sí ven su rostro son los integrantes del público del programa y otras tres personas. Rosalía García se sienta en el plató de Jordi González frente a la periodista María Antonia Iglesias (cuyo nombre es unas horas después ya trending topic en Twitter) y la letrada Emilia Zaballos, que le plantea algunas de sus dudas sobre las versiones que ha dado su hijo durante el procedimiento judicial.
Hace solo unas horas, el jueves por la noche, desde que su hijo ha reingresado en un centro de menores de Córdoba para acabar de cumplir su pena, de la que saldrá libre en marzo de 2013.
La polémica ha precedido ya sus declaraciones, puesto que se ha hablado mucho de los 9.000 euros que ha cobrado por sus palabras en «prime time» del sábado y las redes sociales han vuelto a bullir pidiendo que ese dinero restañe un poco el dolor inmenso que están atravesando los padres de Marta del Castillo, la joven sevillana de cuya violación y asesinato ha sido absuelto «El Cuco» hace pocos días, por parte de la Audiencia Provincial de Sevilla. Está condenado por encubrir el crimen que habría cometido un amigo suyo el 24 de enero de 2009, Miguel Carcaño.
Reitera que «es un buen niño»
La madre de «El Cuco» no entra a valorar el espectacular cambio físico que ha protagonizado su hijo en estos más de dos años y medio.
El programa le pone imágenes del momento de su detención y de esta semana en el juicio por el «caso Marta del Castillo», cuando llega a la Audiencia luciendo una larga melena y una complexión mucho más fuerte.
«Es que entonces era un menor», se limita a decir Rosalía.
Sus ademanes chulescos en el juicio, llegando a encararse con el Ministerio Público y siendo amonestado en varias ocasiones por el juez, provocan algo más de alteración en esta mujer que «a priori» casi parece de hielo:
«Claro que al ver las imágenes y después de que él me contase que le había llamado la atención el juez, fui la primera que le dije: ¿Tú lo ves normal?».
Estos regaños por un comportamiento maleducado no quitan que su madre piense de él que es «un buen niño», al que «tenía bajo control», que nunca «se le fue de las manos», porque llegaba siempre a casa a la hora marcada: las 9.00-9.15 entre semana, las 11.00-11.15 los viernes y sábado.
«Si hubieses dicho la verdad al inicio, el juez te creería»
Iglesias y el público no le creen. Como parece titubear también ante las vacilaciones de Rosalía cuando se le insiste en el cambio de versión que dio su hijo. Primero, la de que había ayudado a trasladar el bulto que Miguel dejó en el piso de la calle León XIII de la ciudad hispalense y estaba envolviendo cuando llegó.
Fueron a buscar a Samuel y en el coche de la madre de «El Cuco», o sea, la misma que se sienta ahora en un plató cobrando, trasladaron el cadáver de Marta. «Apenas se encontró una gota minúscula en el coche que no pudo ni ser analizada», dice Rosalía, para desmentir que su vehículo esté metido en el «ajo».
Después, su hijo aseguró no tener nada que ver con el crimen, como ha repetido esta última semana ante el tribunal. Niega saber algo del cuerpo de la joven sevillana, ni que encubra a su hijo: «Yo siempre he dicho la verdad. Si tuviera algún indicio de algo hubiera ido a la Policía».
E idéntica respuesta sobre si está exculpando de algún modo a su vástago:
«No tengo ningún miedo a mi hijo, sólo estoy diciendo lo que él me ha dicho siempre, que no hizo nada y que no sabe dónde está la niña».
¿Por qué cambio entonces de declaración? Rosalía, que firmó y ratificó aquella versión inicial de cómo su hijo había sido cómplice encubridor, se creyó después y defiende ahora que Javier García declaró «por presiones de la Policía», a efectos también del «boom» mediático que estaba cobrando el suceso en esos días que transcurren entre la desaparición de Marta, el 24 de enero, y su arresto, el 15 de febrero de 2009.
«A mí me dijo que siempre que había tenido que declarar, lo había hecho con un policía delante, que no se sentía seguro ni con libertad para decir nada. Cuando pudo, sí dijo que no sabía nada de Marta».
Entonces, la madre protectora le riñó a su manera:
«Cuando vi que mi hijo salía llorando y me dijo que el juez no le creía, le dije: si hubieses contado la verdad desde el primer momento sí te creería»».
Y agrega, además, su «punto de vista» sobre el proceso por el que resultó condenado delincuente:
«No hay pruebas suficientes de que él hubiera estado implicado».
Recibe amenazas y duerme con somníferos
En la entrevista, hay momentos también para preguntarle por cómo se encuentra ella, cómo es ser la madre de un hijo defenestrado por la gente, como se ha podido demostrar esta semana a su salida del juicio, con una nube de personas insultando e increpándole.
Rosalía dice que desde aquel fatídico enero y a resultas de todo el tormento judicial y personal por el que ha pasado su familia toma pastillas para poder dormir, que le señalan por las calles de Sevilla e incluso sus vecinos están recogiendo firmas para que se muden del barrio.
«Yo no he hecho nada y quiero que la gente lo entienda».
Para más inri, confiesa que está recibiendo llamadas amenazantes en su móvil, sin saber de dónde proceden, pero coaccionándole para que hable y salga a relucir toda la verdad.