Hemos gozado de tal libertad gracias a los responsables de La Noria que les convierte en modelo para el resto de los medios de comunicación en España
Respeto al máximo la libertad de expresión, incluida la de los anunciantes para darse de baja de La Noria. Pero creo que es una decisión equivocada. Desde las antípodas ideológicas con respecto a los responsables del programa tengo que decir que ese espacio televisivo ha demostrado unas cotas de libertad jamás vistas en el periodismo español escrito o audiovisual y aunque sólo fuera por eso, que no es poco, merece la pena que se le haga justicia.
Les invito a todos ustedes —lectores y anunciantes— a que me digan un solo programa, un solo periódico, una sola tertulia televisiva o radiofónica donde se pueda criticar a sus responsables con la libertad y ausencia de consecuencias como sí ha ocurrido sábado tras sábado en aras, no del espectáculo, sino del máximo ejercicio del libre albedrío expresado por quienes, como yo, así lo hemos querido y cuantas ocasiones nos ha parecido oportuno. Críticas y reproches sencillamente inauditas en el resto del panorama periodístico nacional.
Una libertad ejemplar incluso en los comentarios desfavorables hacia la empresa, Telecinco, la productora del programa, La fábrica de la tele o hacia el propio presentador, Jordi González (o Sandra Barneda) que no han merecido amonestación o censura alguna. Jamás ha habido la menor reprobación por parte de los aludidos cuando se ha vertido una crítica por parte de colaboradores que, como en mi caso, hemos gozado de tal libertad que les convierte en modelo –sí, modelo– para el resto de los medios de comunicación en España.
Otros medios han entrevistado y pagado a la madre de El Cuco tal y como dijo Jordi González. Yo no lo hubiera hecho. Nadie les ha acusado ni retirado la publicidad. Cierto es que no comparto gran parte de los contenidos de La Noria pero eso no quita para que respete su libertad para ejercerla como ellos quieran siempre que actúen dentro de la legalidad, como el resto de los medios. La Noria lleva cuatro años líder de audiencia los sábados por la noche muy a pesar de muchos, en especial de sus competidores. La carrera por parte de las marcas publicitarias en abandonar La Noria debería ser reconducida si sopesan que por un error se puede cometer otro error más grande.