La llegada de José María Aznar al poder en 1996 condujo a la salida de la televisión pública de profesionales como Ramón Colom, María Antonia Iglesias o Fernando G. Delgado y de espacios como ‘Lingo’. A su vez la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 acabó en la supresión de programas como ‘El Tercer Grado’, ‘Noche de Fiesta’, ‘Negro sobre Blanco’ en TVE o ‘Buenos Días’ en Radio Nacional. Todo parece indicar que la llegada ahora de Mariano Rajoy como nuevo inquilino del palacio de la Moncloa se hará notar en la parrilla de la cadena pública.
Aunque en su momento se estableció como un avance el cambio en 2006 que establecía la designación de la presidencia de RTVEa gtravés del Parlamento en vez del Ejecutivo, a efectos prácticos no habrá una especial diferencia, puesto que el Gobierno está establecido a partir de la mayoría parlamentaria del momento: en estos momentos el PP cuenta con mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, por lo que puede designar a un presidente de RTVE con toda tranquilidad, aunque lo probable, es que intente buscar un consenso con PSOE y CiU.
La duda de varios programas y presentadores de RTVE es saber si mantendrán en sus puestos a la vuelta de las vaciones de Navidad o no, los que han participado o hecho programas en la «era zapatista» de RTVE (2004-2009).
FRAN LLORENTE
Varios consejeros de la Corporación ya han pedido su cabeza. Saben que su suerte está echada. El director de Informativos de la cadena pública ha sido reiteradamente acusado de imparcialidad por el PP por haber dado espacios excesivos en todos los telediarios a los casos que más perjudicaban al PP como Gürtel y apenas unos minutos ocasionales a los casos que perjudicaban al PSOE (Eres, Faisán, Blanco…)
SANTIAGO GONZÁLEZ
Para destituir a Llorente, RTVE tendría que llevarse antes por delante a Santiago González, todavía director de TVE. Aunque González está menos identificado con el PSOE que su antecesor, Javier Pons, que era una de las cabezas de El Terrat (socia del colectivo Imagina, las productoras amigas de Zapatero, accionistas de laSexta), lo cierto es que el canario ocupa cargo que todo nuevo presidente de RTVE querría reservar para alguien de su confianza.
‘LOS DESAYUNOS’
Tras la llegada de Zapatero, Luis Mariñas fue despedido de ‘Los Desayunos’ (pasándose a Telemadrid) y sustituido por Pepa Bueno, que a su vez fue reemplazada posteriormente por Ana Pastor. Pastor, antigua discípula de Iñaki Gabilondo, parece haberse convertido en el buque insignia de la televisión zapatista.
Sus agresivas entrevistas le han granjeado muchos admiradores, pero también han causado malestar en el Partido Popular, que siente que la presentadora se ensaña más con la derecha que con la izquierda. Pastor aterrizó en TVE tutelada por la productora Globomedia (del colectivo de productoras Imagina), accionista de laSexta donde su marido Antonio García Ferreras ostenta el cargo de director general.
‘LAS MAÑANAS DE LA 1’
Entre los programas que Mediapro ha realizado para TVE han destacado ‘España Directo’ y ‘Las Mañanas de la 1’: el primero desapareció el pasado verano, pero el magazine de Mariló Montero continúa en la parrilla, aunque ahora producido por otra empresa. Si el nueva dirección quisiera renovar las mañanas y borrar la etapa de las productoras amigas el programa podría finalizar sus emisiones.
’59 SEGUNDOS’
La principal creación de la productora Globomedia (cabeza de Imagina) es el programa de debates ’59 Segundos’ cuya primera presentadora fue Mamen Mendizabal, también antigua discípula de Iñaki Gabilondo, que más tarde se pasó a laSexta.
Actualmente el programa está presentado por María Casado. Si los nuevos responsables quieren liquidar los programas más característicos de la «era zapateril», ’59 Segundos’ podría ser el primero de la lista. Sin embargo una supuesta supresión provocaría con toda seguridad la creación de otro programa similar, ya que es raro una cadena sin tertulias.
RADIO NACIONAL
Una de las primeras decisiones del PSOE al llegar al poder en 2004 fue, bajo el brazo ejecutor de Carmen Caffarel y Pedro Piqueras suprimir las tertulias de Radio Nacional: Curri Valenzuela, Román Cendoya o Carlos Dávila quedaban apartados de la radio pública. De ahora repetirse lo mismo, los primeros en caer serían los programas de Juan Ramón Lucas y Toni Garrido, considerados progresistas (no en balde en este último colabora el Gran Wyoming, colaborador habitual de Globomedia, como el propio Garrido).
LOS INTOCABLES
‘INFORME SEMANAL’
El programa más veterano de TVE, ‘Informe Semanal’ tiene tan segura su continuidad, como seguro puede ser la destitución de su actual directora Alicia Gómez Montano, que no ha ocultado nunca su afinidad socialista, pidiendo el voto al PSOE en elecciones pasadas y lideró la campaña contra Alfredo Urdaci en 2003. El PSOE la «recompensó» con la dirección de ‘Informe Semanal’ en lugar de Baltasar Magro. Su etapa al frente del histórico programa parece haber llegado a su fin.
‘CORAZÓN’
El programa de Anne Igartiburu, en pantalla desde 1997 se ha convertido en el programa del corazón más veterano de las pantallas españolas. Tómbolas, Tomates, DECs… han ido pasando, pero Igartiburu ha continuado, sin demasiados problemas con la justicia. Es la visión más light del periodismo rosa. Igartiburu ha sobrevivido a los siete años zapatistas, compaginando su programa con especiales, MQB y las campanadas, y todo hace suponer que seguirá en la casa.
‘TVE RESPONDE’
De los programas creados durante la era de Zapatero en TVE, el que tiene más posibilidades de continuar es ‘TVE Responde’, conducida por Elena Sánchez, defensora del espectador de la televisión pública, que ha establecido por primera vez la autocrítica en una cadena nacional.
El programa de Sánchez no se limitaba a leer las críticas mandadas, sino que se dirige expresamente al profesional responsable del tema criticado: directivo, periodista, realizador o cámara, para que responda a las críticas de los espectadores.
La prueba de fuego del programa estaba si trataría los temas más tensos, como los informativos, o los sucesos de la Copa el Rey de 2009, en la que Elena Sánchez obligó al propio director de la cadena a dar la cara. Sería un error del PP quitar el programa que mejor define la transfarencia de una televisión que debe ser de todos.