¿Medida de austeridad o supresión de un medio «incómodo» con el poder? Hace unos días -el viernes 9 de diciembre de 2011- se hacía efectivo el cierre de Radio Televisión de Mallorca. Para justificar la controvertida medida que ha dejado a 117 personas en el paro, el PP balear se escudaba en la política de austeridad a la que se tiene que someter el Gobierno, y en concreto, su región para adelgazar las cuentas públicas. Pero aparte de la cuestión estrictamente económica, ¿puede haber más razones que expliquen ‘la defunción’ de la cadena creada en 2006?
Según una fuente cercana al PP balear -que prefiere no desvelar su nombre a este periódico-, habría más de una. Entre ellas estaría la «irrisoria audiencia de la cadena» así como el fin de la actividad del medio «que se creó para pagar favores políticos a Unió Mallorquina» -durante la legislatura de Jaume Matas-.
COMITÉ DE EMPRESA: «HA SIDO UN EXTERMINIO»
José Ignacio Pasarón, presidente del Comité de Empresa de RTVM -con el que se ha puesto en contacto Periodista Digital-, también piensa que todo se debe a una decisión de índole política aunque difiere de la tesis que centraba el tiro en el pacto con UM:
«Nos consideraban una cadena incómoda desde hace unos años.»
«Algo que hayamos contado en nuestros Informativos les ha debido molestar. Es la única razón que hay.»
Sobre la razón -económica- que arguye el PP para cerrar la cadena, Pasarón comenta que:
«Mientras en IB3 -la cadena autonómica de Baleares- tienen un gran déficit [de 70 millones de dólares], en RTVM no se gastaba ni un euro más de lo que estaba presupuestado.»
La medida, según Pasarón, habría afectado a cerca de 300 profesionales y no sólo a 117 como se tiende a creer.
«También ha pagado el pato las productoras asociadas a la cadena, muchos trabajadores de las sedes de los pueblos de Mallorca y se han echado abajo unos cuantos contratos de autónomos.»
Por el momento desde el Gobierno balear no se ha previsto recolocar a los profesionales de RTVM. El Comité de Empresa ha emprendido acciones legales para tratar de revertir la situación pero los trabajadores no tienen mucha confianza en que prospere.