La Real Academia Española de la Lengua dice que manipulación es «intervenir con medios hábiles, y a veces arteros, en la política, la economía, etc., con distorsión de la verdad y al servicio de intereses particulares».
Añadamos la palabra información antes del etcétera y tendremos una definición precisa de lo que es manipulación informativa en TVE.
Para entender cómo funciona la manipulación informativa en RTVE y porqué se ha mantenido vigente a pesar de las leyes y de la pugna de sus profesionales por salir de esa espiral de dependencia gubernamental, hay que remontarse a la propia naturaleza política de un medio en el que el Director General es nombrado directamente por el Gobierno.
LA CADENA DE MANDO
En el caso de los responsables de los Servicios Informativos de RTVE, aunque formalmente los designe el Director General, en la práctica son también puestos de confianza del Gobierno, que en el caso de Televisión Española (TVE) mantiene un estatus de separación de poderes con respecto a la Dirección General.
De este modo, los servicios informativos administran sus contenidos sobre la base de una estructura jerarquizada que atiende directamente a criterios políticos.
Esta «cadena de mando» propicia una presión constante sobre los responsables de este medio y permite que ciertos contenidos puedan llegar a ser decididos y sugeridos desde los propios gabinetes de prensa de organismos oficiales y partidos políticos.
Y da igual que mande el PSOE o el PP porque todos meten la ‘cuchara’ y sin sonrojo.
LA ERA AZNAR Y LOS DOLORES DE URDACI
La «cadena de mando» -igual bajo el PP cuando mandaba Aznar que con el PSOE bajo Felipe González y posteriormente Zapatero- propicia una presión constante sobre los responsables y permite que ciertos contenidos puedan llegar a ser decididos y sugeridos desde los propios gabinetes de prensa de organismos oficiales y partidos políticos.
En una entrevista concedida a la cadena de televisión France 5, con motivo del primer juicio por manipulación informativa seguido contra TVE en mayo de 2003, el Director de Informativos de la Televisión Pública, Alfredo Urdaci, respondía de esta forma a su entrevistador Michael Richard:
P: ¿Ha recibido usted presiones?
R: Yo no he dicho que hubo una presión, yo he podido decir que hubo llamadas después de la emisión, pero presiones no.
P: Después de la emisión, algunas llamadas…¿del partido popular en el poder?
R: Silencio
P: Pero, en España, es complicado hablar de la posición francesa contra la guerra.
R: En absoluto, hemos hablado mucho…Yo no voy a hablar de las presiones que recibo. Si te hablo de las que recibo del Gobierno, puedo hablarte igualmente de las que recibo de la oposición.
P: ¿Eso significa que usted recibe presiones de la oposición y del partido del PP en el Gobierno?.
R: ¡Claro!
P: ¿Las presiones de los partidos políticos son frecuentes?
R: Son constantes.
P: ¿Por parte del Partido Popular y del partido socialista?.
R: Risas…No, de eso no hablo.
Las contradicciones que se reflejan en esta entrevista obedecen a una realidad cotidiana que ha viciado durante años el proceso informativo de selección, elaboración y difusión de las noticias en Televisión Española.
LA ESTRUCTURA DE CONTROL
La redacción central de TVE está formada por alrededor de 300 informadores, distribuidos en áreas o secciones: Nacional, Economía y Laboral, Sociedad, Cultura, Internacional y Deportes.
De la sección de Nacional dependen las noticias relacionadas directamente con la política, así como asuntos institucionales, Casa Real, defensa, tribunales, terrorismo y seguridad.
Esta sección es, por lo tanto, la que acapara la mayor atención por parte de los directivos y la más susceptible de verse sometida a presiones.
Todos los días, los editores y los jefes de las respectivas áreas celebran reuniones previas a la emisión de los telediarios para proponer los contenidos que integrarán la emisión.
Sin embargo, cuando se trata de asuntos de interés político relacionados con el Gobierno, las noticias suelen estar orientadas de antemano desde la propia Dirección de Informativos, que indica a sus editores de confianza cómo deben enfocar el tema o qué grado de cobertura informativa (actos públicos o entrevistas) deben realizar.
LOS MASIVOS MEDIOS TECNICOS
Los servicios informativos disponen de una extraordinaria dotación de medios técnicos y humanos, de manera que es muy habitual enviar cámaras y redactores a otros actos de relevancia social o política con el fin de cubrir el expediente.
Luego, estas otras informaciones consideradas de «segundo orden», no llegarán a emitirse, si con ello se altera la pauta editorial preestablecida por la Dirección.
Para justificar estas decisiones se recurrirá a cualquier pretexto como por ejemplo el de argumentar que tal o cual contenido no pudo ser emitido por «exigencias de programación».
Hay veces en que las indicaciones de los responsables de la edición entran en colisión con el criterio del informador. En esos casos, lo más habitual es que se produzcan discusiones previas sobre el modo de tratar un tema y que, ocasionalmente, el redactor se niegue a cambiar su noticia cuando ya la tiene elaborada o a firmarla si es emitida contra su voluntad.
Estas situaciones son cada vez más frecuentes entre aquellos redactores que han adquirido conciencia de sus derechos profesionales aún a riesgo de ser marginados del proceso informativo.
Pero tampoco podemos cometer el error de pensar que toda la información controvertida que se emite en TVE está manipulada, ya que todos los días se elaboran y difunden informaciones que son ejemplo de un buen hacer periodístico.
EL CUENTO DEL BLOQUE INFORMATIVO
Lo que suele ocurrir es que muchas de estas noticias que podríamos calificar de ejemplares quedan eclipsadas en el conjunto de un bloque informativo en el que destaca, por encima de todo, la línea editorial impuesta por el medio.
Si tomamos como ejemplo cualquier información política emitida en los telediarios de la primera cadena, podemos encontrarnos con una noticia bien elaborada por el informador que, sin embargo, queda desvirtuada en el contexto de una estructura que tiene siempre el mismo esquema: testimonios encadenados del Gobierno seguidos del testimonio de la oposición y de un nuevo testimonio del partido en el poder, que cierra por sistema el bloque informativo.
No importa que el protagonista de la noticia no sea en muchos casos el Gobierno, basta con que el hecho noticiable le afecte indirectamente.
Si, inesperadamente, los partidos de la oposición generan una noticia que no estaba prevista en la agenda informativa del día, inmediatamente se cursa la orden de enviar una cámara al portavoz más asequible del Gobierno o de su partido para que contrarreste el mensaje emitido por la oposición.
Este esquema de trabajo es una norma no escrita en los informativos de Televisión Española y de Radio Nacional de España