Mi madre era una aldeana de la provincia de Lugo campesina y decía: "Dios es bueno y el diablo no es malo"
Hablar de Fernando Ónega es hablar de periodismo en España desde sus tres principales variantes: prensa, radio y televisión. Durante su larga etapa periodística, que continúa a día de hoy colaborando en programas como ’59 segundos’ o ‘Las Mañanas de la 1’, ha protagonizado multitud de polémicas y momentos célebres como la noche del 23-F, en la que ocupaba el cargo de director de informativos de la cadena SER.
- «Seguramente me avergonzaría ahora de editoriales que escribí en Arriba«
- «La SER hizo un gran servicio a la democracia el 23-F»
- Ónega, creador de las tertulias radiofónicas
- «PRISA entró en la SER como caballo en cacharrería y suprimió las tertulias»
- Paso por Telecinco y Antena 3
- «Onda Cero no puede presumir del poder desmesurado que le dio a El Mundo«
«Seguramente me avergonzaría ahora de editoriales que escribí en Arriba«
Fernando Ónega comenzó muy joven en el periodismo, concretamente en la Prensa del Movimiento, que tenía en el diario Arriba su mejor referente. En aquella redacción colaboraron destacadas figuras como Pedro Rodríguez o Alejo García, que durante la Transición serían firmes defensores de la democracia, falangistas como el recientemente fallecido Juan Blanco Ortega, e incluso militantes comunistas.
Yo ingresé allí como alumno de prácticas en el verano del 67. […] Tengo un recuerdo, de aquella etapa francamente positivo, era un periódico, para entendernos en términos coloquiales, un periódico facha […] pero para mí ha sido una enorme escuela de periodismo.
Ónega recuerda que, cómo dirigiendo el periódico Manuel Blanco Tobío, se le encomendó una columna y más tarde, escribir los editoriales del periódico y comenta que, a modo de práctica, tenía la costumbre sana de escribir editoriales en el sentido contrario de lo que decía el texto publicado:
Yo entré allí, me quedé y me identifiqué bastante con el periódico, yo escribí editoriales en el Arriba. Y forma parte de mi biografía y no lo oculto y seguramente de algunos me avergonzaría en este momento.
Ónega lamenta la forma en la que los diarios Pueblo y Arriba fueron desmantelados.
«La SER hizo un gran servicio a la democracia el 23-F»
Durante los primeros años de la Transición Fernando Ónega se convirtió en el jefe de prensa de Adolfo Suárez, cargo en que se mantuvo hasta la dimisión de éste como presidente del Gobierno. Al día siguiente de cesar fue contratado por la SER y tras la marcha de Iñaki Gabilondo a TVE, Ónega le reemplazó como director de Informativos de aquella emisora:
Eso fue a principios de febrero porque me pilló, absolutamente de novato, el golpe de Estado del 23-F
Ónega confirma la versión dada por Eugenio Fontán sobre la vivencia de aquella noche del 23-F, en el que director general y director de informativos de la SER escucharon en directo los disparos de la intentona golpista y Ónega comentó que había que contarlo porque era la historia:
Yo creo que la radio hizo en aquel momento un gran servicio a la democracia española y creo que, para la radio, ha significado el momento en que deja de convertirse en un medio de entretenimiento que era y pasa a convertirse en un medio de información con toda la credibilidad
La SER fue símbolo aquella ‘Noche de los transistores’, porque la única otra emisora que tenía capacidad suficiente para haber transmitido a toda españa, Radio Nacional, fue tomada por militares. Ónega aún se muestra sorprendido de que no tomaran la cadena SER:
No entendí nunca por qué no fue ocupada la cadena SER aquella noche, desde luego lo estábamos esperando, «en algún momento entrarán», y no fueron. Y creo que fue uno de los errores de los golpistas.
El informativo emitido por la cadena SER entre la noche del 23 de febrero y la mañana del 24 fue de las más largos de la historia de la radio y le puso fin la propia voz de Ónega, que tras haber sido arrestados los golpistas, tomó la palabra y dijo «buenas noches, libertad».
Ónega, creador de las tertulias radiofónicas
El primer experimento de tertulias políticas se produjo, precisamente, en la cadena SER cuando la dirigía Fernando Ónega, con los llamados ‘confidenciales’. Él recuerda así la historia:
Nos reunimos a almorzar todos los jueves […] con alguna personalidad, preferentemente política […] Hubo un jueves que, cuando ya estábamos sentados, el invitado nos falla y nos quedamos solamente los periodistas. Y yo estaba oyendo lo que hablaban los periodistas y me dije «esto es fantástico» es que es mucho más interesante que con el invitado, lo que cuentan estas lenguas viperinas, esto hay que llevarlo a la radio. Me fui a la radio y se lo conté al jefe de programas, pero no llovió.
Aunque inicialmente los directivos de la SER no aprobaran el sistema de tertulias, tras la marcha de José María García y ante el fracaso de las sustituciones, los directivos Tomás Martín Blanco y Eugenio Fontán aprobaron la primera tertulia diseñada por Ónega, ‘La Trastienda’, presentado por Javier González Ferrari:
Este fue rigurosamente el nacimiento de las tertulias, a partir de ahí se convirtió en una plaga en la radio y la televisión.
«PRISA entró en la SER como caballo en cacharrería y suprimió las tertulias»
Fernando Ónega rompió con la Cadena SER a principios de 1985 después de que el Grupo comprara la emisora, aunque él explica su ruptura más en su discrepancia con el nuevo director nombrado por PRISA: Eugenio Galdón.
Fue un desencuentro que yo atribuyo más a la personalidad de Galdón que a PRISA: Ciertamente PRISA entró como caballo en una cacharrería, es decir, por ejemplo, contra las tertulias. […] Nos habían dedicado un editorial en El País diciendo que hacíamos reuniones de amiguetes ante los micrófonos, bueno, pasaron los años y ellos han sido los que han vuelto a hacer tertulias por la mañana, por la noche y cuando se tercie.
Paso por Telecinco y Antena 3
Con el nacimiento de las televisiones privadas, Fernando Ónega se convirtió en un destacado presentador del informativo nocturno de Telecinco, ‘Entre hoy y mañana’. En aquel programa en el que colaboraban Jiménez Losantos y Martín Prieto, Ónega se mostraba muy crítico hacia el Gobierno de Felipe González, pero sin llegar a alinearse con los tertulianos anti-PSOE, en aquella época asociados en la AEPI, lo que el felipismo bautizó como ‘El Sindicato del Crímen’:
Yo tengo, por norma, la he tenido siempre, algo que he aprendido de mi madre, que alguna vez la he escuchado. Mi madre era una aldeana de la provincia de Lugo campesina y decía: «Dios es bueno y el diablo no es malo».
En 1997 Ónega fichó por Antena 3, de la mano de José Oneto, para dirigir el informativo de las 9 de la noche, aunque a los pocos meses fue trasladado por el nombramiento de Ernesto Saénz de Buruaga como nuevo director de informativos de Antena 3, que quiso presentar aquella franja:
Me mandaron a la madrugada que era un informativo, no voy a decir cómodo, pero que a mi me gustaba, porque me permitía hacer muchas coñás.
«Onda Cero no puede presumir del poder desmesurado que le dio a El Mundo«
En lo que se refiere a su etapa como director general de Onda Cero, Fernando Ónega explica que fue el propio presidente de Telefónica, Juan Villalonga, el que le quiso retener en el grupo mediático Telefónica Media (Antena 3 + Onda Cero) y le designó director general de la radio, cargo que ya había ocupado anteriormente.
En aquella época el diario El Mundo era socio de Onda Cero y se habló de la existencia de vetos a tertulianos en aquella casa. El diario El País publicó que María Antonia Iglesias y Enric Sopena habían sido vetados expresamente por el Gobierno. Ónega reconoce los vetos, pero duda si eran cosa del Gobierno o de El Mundo; lo que sí deja claro es que el director general de Onda Cero tenía mucho menos poder que El Mundo en aquella etapa:
Ciertamente, visto con perspectiva, el poder que se entrego a El Mundo por encima de la dirección general de Onda Cero en los servicios informativos ha sido excesivo, desmesurado. Y Onda Cero no puede presumir nunca – aunque yo fuera el director general – de aquel paso.
Estos son sólo algunos ejemplos de una larguísima carrera dedicada al periodismo con la que cuenta Fernando Ónega. Que al ser presentado como «periodista de lujo», aclaró: «De lujo no, de Lugo».
Con la colaboración de Marina López y Sandra Besga.