El Ejecutivo no puede oponerse a tal designación en el Consejo de Administración
La dirección de TVE, consciente del cabreo que existe ahora en La Moncloa, se plantea ahora anular el precontrato con la periodista Julia Otero para que dirija el programa semanal Entrevista a la carta en La 1.
Ese contrato, millonario y una bicoca para cualquier profesional, fue desvelado este 3 de abril de 2012 por Periodista Digital y casi de inmediato confirmado por el Departamento de Prensa de la Corporación en su página web.
La simpatía de Otero con el anterior Gobierno ya quedó patente en 2004, cuando fue contratada por TVE también para un programa de entrevistas, titulado Las cerezas, que fue un fracaso de audiencia y se suspendió en 2005.
La sección sindical de UGT en RTVE Cataluña había denunciado que por cada uno de los programas dirigidos por Julia Otero la productora Somos facturaba 120.000 euros a TVE -la presentadora cobraba 21.000-, a pesar de que se realizaba en sus instalaciones.
El coste medio de cada programa habría superado los 222.000 euros, según la revista ‘Epoca‘, que a fines de enero de 2005 estimó en 3.120.000 el gasto efectuado en los primeros 14 programas de Las Cerezas.
Un regalo de González
La polémica elección de la periodista de Onda Cero se atribuye, según fuentes de la Corporación, al director de TVE, Santiago González, quien paradójicamente ha anunciado en los últimos días su intención de abandonar la televisión pública.
Según las fuentes consultadas por ‘La Gaceta‘, el acuerdo entre González y la periodista radiofónica se sustanció en un «precontrato» que puede rescindirse sin perjuicio económico para la Corporación.
El anuncio del fichaje de Julia Otero, que la propia RTVE confirmó este martes a través de su Departamento de Comunicación, y que la periodista ratificó a través de Twitter, ha causado malestar en el equipo de comunicación del Gobierno.
Sin embargo, el Ejecutivo no puede oponerse a tal designación en el Consejo de Administración. Por este órgano rector sólo pasan aquellos programas que tienen coste para la cadena, y este no sería el caso dado que este proyectado espacio de entrevistas estaría patrocinado por una empresa privada.
Cabe recordar que, si González decidiera elevar el asunto al Consejo, los vocales propuestos por el PSOE, IU, ERC y los sindicatos son mayoría.
LAS EXPLICACIONES DE TELEFÓNICA
Por su parte, Telefónica aclaró este 4 de abril que la empresa no decide ni la persona ni los contenidos del programa, que patrocinan en cumplimiento del acuerdo de colaboración con la televisión pública a que les obliga la Ley.
El programa con el que, según el Departamento de Prensa de RTVE, Julia Otero daría «un novedoso giro al género«, prevé titularse Entrevista a la carta y su emisión en La 1 estaba prevista a partir de mayo.
RTVE anunció que en este espacio «un personaje de primera fila responderá a las cuestiones de un grupo de personajes muy conocidos».
Entrevista a la carta iba a emitirse en directo desde los Estudios Buñuel, en Madrid.
La presentadora
Nacida en Monforte de Lemos (Lugo) el 6 de mayo de 1959, Julia Otero Pérez ha residido desde su infancia en Barcelona, y comenzó su andadura en los medios de comunicación en 1980. Trabajó en TVE entre 1988 y 1991, año en que comenzó a dirigir en Onda Cero el programa La radio de Julia.
Telefónica suspendió su programa al comprar la cadena en 1999. Tras pasar por TV3, TVE y Punto Radio, volvió a Onda Cero en 2007, para dirigir Julia en la onda.
Otero no ha ocultado sus simpatías por el PSOE y se ha mostrado pródiga en críticas a las decisiones del Partido Popular.
Así, defendió en 1998 la propuesta socialista para ampliar el aborto con un cuarto supuesto (razones económicas), escribiendo que «los partidarios del aborto no pretenden convencer ni imponer nada a sus detractores, pero lamentablemente no puede decirse lo mismo de estos últimos».
Ante el apoyo de Gallardón a la maternidad, Otero comentó en Twitter:
«La peor violencia estructural es tratar a las mujeres como menores de edad».
Sobre un tema como los toros, Otero opina que «es la parte más repugnante de un país como el nuestro».
NOTA.- leer artículo original en ‘La Gaceta‘