No más cortijo del PSOE en RTVE. El Gobierno se ha hartado del bloqueo que ha impuesto hasta ahora Alfredo Pérez Rubalcaba en la gestión de la Corporación -tumbando cada candidato que proponía Rajoy como presidente de la pública- y en el Consejo de Ministros del 20 de abril de 2012, a través de Soraya Sáenz de Santamaría, ha anunciado la aprobación de un ‘decretazo’ que pondrá coto al enquistamiento de RTVE y al despilfarro de Prado del Rey —Ramón Moreno: «Rubalcaba duerme el tema de la presidencia de RTVE para seguir controlando los Informativos»–.
Para ello, Sáenz de Santamaría ha comunicado que se cambiará el modo de designación del presidente de la radiotelevisión «volviendo a la ley de 2006». Concretamente a «una disposición transitoria de esa misma ley» aprobada por el partido que entonces estaba en el Gobierno, el PSOE, que permite elegir en una segunda votación -ésta por mayoría absoluta- al presidente de RTVE. Según Santamaría, la Ley 17/2006 de 5 de junio:
Establecía que los miembros del Consejo de Administración y su presidente debían ser elegidos por dos tercios del Congreso y el Senado. Pero en ese momento inicial para evitar posibles desbloqueos se introdujo una disposición transitoria que decía que si no se lograba el acuerdo por esa mayoría de dos tercios se procedería a una votación parlamentaria de mayoría absoluta. Sin embargo esa norma solo se aplicaba para la composición del año 2006 por lo que ya no había ninguna norma para evitar desbloqueos.
De ahí que aprobemos hoy un Real Decreto Ley para que exista una norma que solucione un bloqueo en la designación parlamentaria.
Si la primera votación no llega a dos tercios se procedera a una segunda en la que se buscara mayoría absoluta. Seguimos por tanto el precedente de 2006 y los precedentes de algunas Comunidades Autónomas que han realidado movimientos similares.
Creemos que es momento para hacer un esfuerzo de austeridad en la corporación de Radiotelevisión Española
Siguiendo los antecedentes que otros partidos políticos pusieron encima de la mesa en su momento y que nosotros respaldamos, entonces entendemos que les podrá valer este sistema.
RTVE ahora mismo no puede realizar las operaciones más básicas de una organización
Hemos trabajado por un acuerdo con el PSOE y seguiremos trabajando para ello pero no puede demorarse sin fecha porque, entre otras razones, hay un vacío en la presidencia, otros dos miembros del Consejo han dejado de serlo y luego porque desde la radiotelevisión no pueden llevarse a cabo los actos juridico-económicos más básicos.
FIN DE LOS PRIVILEGIOS DE LOS CONSEJEROS: SIN SUELDO Y SIN EXCLUSIVIDAD
Entre el «paquete de medidas de austeridad» de la Corporación, destaca la eliminación de tres miembros de su Consejo de Administración (se pasa de 12 a 9) y se acaba con los ‘sueldazos’ de «110.000 euros» que cobraban al año —Los consejeros ‘caducados’ de RTVE se ríen de todo el mundo–. Según anunció la vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno:
Se reducen tres puestos y estos miembros no tendrán dedicación exclusiva y por tanto un sueldo acorde con esa dedicación que prestaban. Hoy tras los recortes el sueldo bruto de un consejero superaba los 110.000 euros. A partir de ahora solo cobrarán dietas por su asistencia a las sesiones del Consejo. El único que tendrá de ese Consejo dedicación exclusiva será el presidente de la Corporación.
LAS PRODUCTORAS SE APURAN A DEVORAR EL PASTEL DE RTVE
De la situación de desconcierto que se deriva de este retraso en la designación de presidente de RTVE se están aprovechando los más avispados de la casa y quienes hoy cortan el bacalao en el Consejo de Administración: Manuel Esteve (PP) y Miguel Sacaluga (PSOE), con la complicidad del director general de TVE, Santiago González.
A río revuelto, ganancias de pescadores. Y lo que echan la caña son el trío Esteve, Sacaluga y González, gracias a que el resto del Consejo no pinta nada —¿Está durmiendo el PP con el enemigo dentro en RTVE?–. «El único honrado que podía plantarles cara, que era el de CCOO, ha dimitido y el de UGT mira para otro lado», lamentan en los pasillos de la Corporación.
La confusión y vacío de poder que reina hoy en la cadena pública ha permitido que, sin aprobación presupuestaria, seis millones de euros de un contrato con Teléfonica sirvan «para producir cuatro programas y tener contentos a los amigos.», según denuncian fuentes internas de RTVE a PD —Julia Otero celebra su fichaje en TVE porque «lo paga Telefónica«–.
Como ya denunció Alternativa-APLI, cuando se firmó el acuerdo de la digitalización del fondo documental con Telefónica,
«se establecía que ésta nos pagaría en concepto de publicidad una parte y al quitar la publicidad esta cantidad se paga en concepto de patrocinio o de co-producción».
Con ese trozo de pastel se están produciendo 23 capítulos de ‘Españoles por el Mundo’ (de la productora New Atlantis) a 43.000 euros la pieza, ‘¿Conoces España?’ (Globomedia), ‘Entrevistas a la Carta’ (La Cometa TV) y el filón de ‘La Nube’ (Plural Entertainment, del Grupo Prisa. Ahora se entiende por qué le dieron tanta cancha a Montserrat Domínguez y su ‘Huffington Post’ ibérico en el primer programa del espacio de Tony Garrido… ¡también bloguero del Huffington!).
En definitiva, dinero fresco para los Luis Miguel Hernández, Gerardo Iracheta Valles, José Sánchez Gallo, Javier Reboredo, Daniel Écija y demás barandas audiovisuales que no viene nada mal en estos tiempos de vacas raquíticas.
«No hay partidas presupuestarias pero sí se lanzan alegremente a dar programas a sus amigos'», dicen a PD.
Eso explica que -tal como denunció este periódico- la web del programa ‘La Nube’ esté hecha por un equipo externo en vez de por los trabajadores de la página de la Corporación —El cuento de nunca acabar en RTVE: la web del programa ‘La Nube’ esta hecha por un equipo externo en vez de por los trabajadores de la página de la Corporación–.
Pero lo que más molesta en la Corporación es que «nos quieran tomar el pelo» -dicen los trabajadores- vendiendo, como en el caso de Julia Otero, el sistema del falso «coste cero», donde Telefónica y otros patrocinadores son utilizados de pantalla para que nuevas productoras aterricen y empiecen a llevarse una parte del pastel.