La pasada legislatura los populares se hartaron de denunciar la "manipulación informativa" del ente público y quieren cambios cuanto antes
Un mes y una semana después de que Rajoy jurara como presidente de Gobierno y de que Zapatero saliera de La Moncloa todo sigue igual.
Las caras son las mismas, los contenidos son similares y los enfoques son parecidos a los que había en RTVE, cuando mandaban los socialistas.
Explica Ana I. Martín en ‘El Semanal Digital’ que las constantes críticas que el PP dirigió la pasada legislatura a la cúpula del ente público por su «manipulación informativa» hicieron pensar a muchos votantes poco menos que al día siguiente de tomar posesión el presidente destituiría a todos los altos cargos.
Algo que hasta la fecha no ha sucedido, para desconcierto de algunos, extrañeza de bastantes y cabreo de muchos.
Hay muchos periodistas de lo que se conoce como ‘órbita del PP’, que maniobran para ver si les cae algo. Y es entre ellos, donde se incluyen desde algún director de periódico nacional a una directora de informativos de una cadena privada, donde más se nota la ansiedad.
Cuando los ‘aspirantes’ preguntan las razones, el equipo de comunicación de Moncloa encoge los hombros, arquea las cejas, mira al cielo y musita que «las cosas no son tan fáciles como parecen».
A día de hoy, el PP se encuentra de manos atadas, condenado a esperar. Y aunque parezca contradictorio ello es debido a la situación de interinidad de los actuales responsables del PSOE, hasta que se resuelva quién será el sucesor de Zapatero y el elegido designe su propio equipo.
La nueva era en RTVE pasa antes que nada por el nombramiento de un presidente ejecutivo, una figura que como tal no existe desde que el pasado mes de julio Alberto Oliart dimitiera.
Desde entonces, los miembros del Consejo de Administración se turnan en una presidencia rotatoria mensual casi de paja, puesto que el titular no puede tomar decisiones de calado en solitario.
Irónicamente, el año ha empezado con uno de los dos consejeros del PSOE, Miguel Ángel Sacaluga -bestia negra del PP-, asumiendo ese puesto, y en febrero le tocará a Josep Manuel Silva, de CiU.
El problema radica en que para elegir al sustituto de Oliart se requiere una mayoría de dos tercios en el Pleno del Congreso, así que populares y socialistas están condenados a entenderse.
Lo que, además, obliga al PP a buscar una persona que no esté demasiado significada políticamente para lograr el visto bueno del PSOE. El Gobierno aún no ha decidido quién será su candidato, según fuentes consultadas por este periódico, aunque en algunos medios ha comenzado el baile de nombres.
A finales de febrero
Los planes del Ejecutivo pasan por esperar a que haya nueva cúpula socialista tras el Congreso Federal de Sevilla -que será el primer fin de semana de febrero- e, inmediatamente después, poner al PSOE un nombre sobre la mesa y resolver la parálisis cuanto antes.
El nuevo presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, señalaba hace unos días que los dos partidos mayoritarios (PP y PSOE) se pondrán de acuerdo con un nombre de consenso tras el congreso socialista, lo que hace probable que RTVE siga sin presidente hasta el mes de marzo. Aguirre explica que sin un interlocutor legítimo es mejor aplazar el necesario presidente de RTVE.
En una reunión que el 25 de enero de 2012 mantuvo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría con los consejeros del ente público les trasladó eso mismo, que la elección de un nuevo presidente es prioritaria.
Sólo él podrá después, aun sin el respaldo de la mayoría del Consejo, designar a los nuevos directores de TVE, de RNE, de Informativos…
Porque se da otra circunstancia curiosa: hasta que no se renueve el Consejo, y eso no sucederá hasta finales de 2012, el PP seguirá en minoría.
Actualmente los populares tienen cuatro miembros en él, frente a dos del PSOE y uno de CiU, IU, ERC, CCOO y UGT. Seis de los consejeros han cumplido ya su mandato y deberían ser renovados, pero el Gobierno quiere esperar a diciembre, cuando vence el de los otros cinco, para sustituirlos a todos a la vez.
Y, de paso, para intentar que los sindicatos dejen de tener representación en el Consejo, algo que el PP nunca ha entendido.
Los populares no ocultan que esta situación de espera obligada les incomoda, y más después de enterarse de que este mismo martes Sacaluga y el portavoz del PSOE en la Comisión parlamentaria de Control de RTVE, Óscar López, se reunieron discretamente con el Comité General de Intercentros.
Llueve sobre mojado, porque consideran que a pesar del cambio en La Moncloa la televisión pública ha seguido estas semanas perjudicando al PP en sus informaciones en favor del PSOE.
En la reunión que Soraya Sáenz de Santamaría mantuvo el miércoles con el Consejo de Administración también se puso sobre la mesa el otro asunto caliente: la reducción de 200 millones de euros en el presupuesto de RTVE, algo que según la vicepresidenta «no es negociable», sino que se hará sí o sí.
Pero sin volver a la publicidad. Para estudiar de dónde recortar, Sáenz de Santamaría ha encargado una auditoría.
A pesar de las críticas recibidas, la decisión del PP de restar 200 millones de euros a la hucha del ente público no es nueva, sino que ya propusieron ese tijeretazo en una enmienda presentada a los Presupuestos que el Gobierno de Zapatero elaboró para 2011, pero no prosperó.
A juicio del portavoz popular en la Comisión de Control de RTVE, Ramón Moreno, ello no tiene por qué repercutir en la calidad:
«Tenemos el mejor material humano y técnico del panorama audiovisual. Apostaremos por los trabajadores, la producción propia y los centros territoriales», que es lo que hemos hecho siempre».