Opinión PD / Elsa González, Javier Nart, Juan Luis Galiacho y Manuel Cerdán

«La prohibición de la cámara oculta es un ataque en toda regla al periodismo de investigación»

El periodismo, unido en sus críticas a la sentencia del Constitucional

El Tribunal Constitucional español dictó el 6 de febrero de 2012 una sentencia por la que se proscribe el uso de cámaras ocultas para realizar reportajes periodísticos —Golpe al periodismo de investigación: el Constitucional proscribe el uso de cámaras ocultas–. Periodista Digital ha querido recopilar la opinión de diversos periodistas de investigación y representantes de organizaciones profesionales sobre dicho fallo judicial. En líneas generales, coinciden en señalar que se trata de una mala noticia para el periodismo de investigación.

ELSA GONZÁLEZ

Para presidenta de la Federación Española de Asociaciones de la Prensa (FAPE), Elsa González:

Esa sentencia es un ataque en toda regla al periodismo de investigación. Este asunto tiene vertientes. Una, efectivamente creo que este tipo de métodos hay que emplearlo solamente cuando sea el ultimo recurso. Y cuando se haga, hacerlo siempre respetando la dignidad de las personas, con sumo respeto para salvaguardar la identidad de las personas que aparecen en ese video porque no han dado su consentimiento; y si diera relevancia, hay que hacerlo publico y denunciar asuntos y contenido que de otra manera no se podría obtener. En un periodismo de investigación ya tocado por la crisis económica, con esto queda herido de muerte. Por otro lado, queda parte de esos reportajes de lucha contra la droga, maltratos, sobornos, corrupciones, que no podrían haberse dado a conocer por los medios ni haberse denunciado.

Qué favor le hacemos a la sociedad si nuestro principal papel, que es el de ser garantes del derecho que tiene el ciudadano de recibir información libre y veraz, no se lo ofrecemos si nosotros le transmitimos simplemente aquello que nos muestran: una nota de prensa sin rasgar lo que hay detrás. No estamos cumpliendo nuestro papel ni desarrollaríamos un periodismo de calidad y riguroso que se merece una sociedad democrática. Es un ataque duro a una sociedad de la información libre como es la española.

Sobre la colisión con el derecho a la intimidad, González dice:

Algunos medios de comunicación han empleado equivocadamente este método, de una forma banal, para un periodismo entrecomillado, amarillo. Eso nos ha hecho a todos mucho daño, a la sociedad en general a la ciudadanía en primer lugar. Yo comparto la sentencia para cuando esta mal empleado, pero si se hace de manera responsable, con conciencia, como debe hacer el periodista, es el único arma periodística de la que podemos disponer. El juez y el policía tiene sus armas para llegar a la verdad y el periodista solo tiene ese método.

JAVIER NART

El abogado y periodista Javier Nart, que en 2002 dirigió el programa ‘Inflitrados’ en Telecinco, se muestra muy duro con el fallo judicial:

La sentencia me parece un disparate, porque significa dar muerte a un periodismo de investigación que ha significado el aportar datos fundamentales para luchar contra el crimen organizado. Una cosa es la cámara oculta para reportajes morbosos e irrelevantes, y otra es la cámara oculta que ha dado unos servicios inestimables en temas como el fraude de la salud, o la trata de blancas, o el tráfico de drogas o la corrupción de menores como ha sido el caso. Yo creo que estamos llegando a  unos extremos de exquisitez en el tratamiento de derechos fundamentales que nos convierten en un esperpento.

No niega que en el caso de la sentencia exista un atentado contra la intimidad, pero marca la necesidad de establecer equilibrios:

Hay un atentado contra la intimidad, pero hay derechos en colisión: derecho a la intimidad y a la información. Y cuando el derecho a la información se justifica de manera sobrada el derecho a la intimidad se cae. Es lo mismo que ocurre con el de el honor y el de la información. Por ejemplo en personas relevantes, en cuestiones de información política; por ejemplo, si un propulsor de la castidad y de los comportamientos estrictos en materia sexual resulta que regenta un burdel, eso es una parte de la noticia fundamental. Porque significa que una persona que ha expuesto públicamente unas ideas tiene un comportamiento totalmente distinto y eso es muy relevante.

JUAN LUIS GALIACHO

El periodista de investigación Juan Luis Galiacho no considera, por el contrario, necesario el uso de cámaras ocultas para el periodismo de investigación. A pesar de eso, también se muestra muy crítico con la sentencia:

Todo lo que sea prohibir es malo, eso de entrada. Para el periodismo de investigación que yo hago, no he tocado la cámara oculta. Creo que el periodismo de investigación se puede hacer perfectamente sin la necesidad de la cámara oculta. El propio Watergate no utilizó la cámara oculta. Pero todo lo que sea prohibir me parece mal. El uso de cámara oculta con ciertas premisas es buena. Lo que no se puede hacer es provocar el delito. Es lo mismo que cuando la policía cometía delitos para pillar a los narcotraficantes. La utilización de la cámara oculta para conseguir algunos fines que vengan bien a la sociedad es bueno. Creo que el uso continuado de la cámara oculta no es bueno, pero no estoy de acuerdo con la prohibición de usar la cámara oculta.

MANUEL CERDÁN

El director del programa ‘Objetivo’ de Telemadrid, Manuel Cerdán, defiende la cámara oculta pero exige que los periodistas se presenten como tales:

Yo, como periodista de investigación, la cámara oculta la limito para algunas grabaciones y para mí es una herramienta de trabajo, no como algunos periodistas la han utilizado. Como decía McLuhan «el mensaje es el medio», y hay programas que se han dedicado a  hacer programas de cámara oculta, entrando en bares, entrando en intimidades y vida privada y eso es lo que nos ha costado esta sentencia. Pero yo sí defiendo la cámara oculta como herramienta para el periodismo de investigación, porque es clave para denunciar asuntos que benefician a la ciudadanía y eso justifica cualquier utilización de la cámara oculta. Por ejemplo: yo dirijo un programa en Telemadrid que se llama ‘Objetivo’, dedicado al reportaje de investigación y la he utilizado en varios momentos.

Ahora sí, mis reporteros se presentan como reporteros. Yo creo que ese es un aspecto importante de la sentencia del Constitucional, que más que nada descalifica cuando el periodista asume otros roles y se presenta como enfermero, camarero… Aquí los reporteros se presentan como reporteros, y usan la cámara oculta para entrevistar a Elosúa del bar Faisán, que es un tema de gran interés social y que le interesa no solo a la opinión publica sino también al juzgado que investiga, porque esa cinta nos la pidió luego el juzgado. O entrevistamos a un etarra que se niega a conceder el perdón a  las víctimas, o también en un caso de corrupción a la señora del director general de empleo de Andalucía en la que dice que se han desvelado documentos de los EREs. Sin ese procedimiento, sin esa herramienta, ese material no lo podría conseguir. Lo que pasa es que aquí solo lo justifica un reportaje con interés público y social y que al mismo tiempo el periodista se presente como periodista.

Con la colaboración de Sandra Besga.

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Autor

Antonio Chinchetru

Licenciado en Periodismo y tiene la acreditación de suficiencia investigadora (actual DEA) en Sociología y Opinión Pública

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